Seis

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― Qué bonito lugar... ¿para que querías venir aquí?― le pregunto su mejor amiga. Se encontraban en un parque, muy alejado de la ciudad, todo estaba rodeado de hermosos arboles, jazmines y dos bancas viejas; cerca de un pequeño lago― No, espera... ¿cómo es qué conoces este bello lugar?

― Vengo aquí cada vez que me siento fuera de lugar... o en situaciones muy importantes― le respondió con nerviosismo.

― Ya veo...

― ¿Quieres-s que nos sentemos... allá?― señalo torpemente a una de las bancas cerca del lago.

― Claro Mica, ¡con gusto!― dijo alegre y fueron a tomar asiento.

(...)

Admiraron un buen rato el paisaje que tenían a su alrededor, hasta que Micaela, harta por el silencio que se presentaba ante ellas; habló.

― Luciana-a...― saco lentamente su carta sin que la otra se diera cuenta― Hay algo que quiero...― volvió a repetir― Hay algo que quiero darte...

― ¿Hum?― se volteo a ver a su sonrojada amiga― ¿Qué es?― pregunto entusiasmada.

― Toma-a― acerco aquella hoja de papel con nerviosismo.

― Mica...― se quedo muy sorprendida al ver aquel papel en el que estaban trabajando juntas― Esto es...― Micaela tomo mucho valor, agarro con delicadeza el rostro de Luciana y la beso.

Fue un beso dulce y torpe. Luciana se quedo paralizada, con los ojos bien abiertos, mientras que Micaela rompía aquel suave contacto de labios poco a poco, con la cara roja.

― Me gustas...― dijo con una leve sonrisa― Me gustas mucho Luci...

― Yo-o...― la chica no sabía cómo reaccionar, aun seguía en blanco, tratando de analizar lo que había pasado hace unos segundos.

― ¿Tú?...

― ¿Qué hora es-s?...― pregunto atontada.

―Son las...― se fijo en su celular― Dos menos cuarto-o.

― Tengo-o que irme...― dijo con un hilo en la garganta. Tomo la carta y se paro rápidamente para luego dar pasos largos y rápidos, alejándose de Micaela.

― ¡Hey!―gritó― ¿No quieres-s... que te acompañe?

― No― respondió algo seca― Quiero volver sola...

― Entiendo...― dijo Micaela con un nudo en la garganta. ¿Estaba a punto de llorar acaso?

― Adiós―le dijo sin mirarla y se fue, dejándola sola.

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