Anecdotas De Lily Luna Potter

El primer Malfoy-Potter en el mundo.

Había despertado a las 3 de la madrugada, sola en la cama, ya que Scorpius tenía una misión con mi padre, padrino y hermanos. Me sentía incómoda, tenía un dolor agudo en el vientre y me preocupé, baje con dificultad las escaleras hacia la cocina, para tomar un poco de agua. Escuché a Scorp abrir la puerta.

-¡Lily, Cariño! ¡Estoy en casa!¿Estas en la cocina?- gritó desde el recibidor

-¡Si, Cari... Ahh!- respondí pero no pude terminar porque un fuerte dolor hizo que dejará caer de golpe el vaso con agua en la encimera

De pronto, sentí algo tibio recorrer mis piernas, bajé la vista y vi un charco de agua en el piso.

-Cariño, ¿Que pasa?- dijo Scorp entrando a la cocina corriendo.

Yo Levante la mirada lentamente- Scorp, he roto fuente- dije mientras volvía a gritar de dolor.- El bolso... ve por el bolso del bebé.

El hizo aparecer el bolso y me cargo al estilo nupcial corriendo hacia la puerta. Pudo haber usado la Red Flu pero el decía que usarla o aparecernos podría ser peligroso para mi y el bebé.  Me sentó en el asiento de copiloto y subió al auto. Condujo a gran velocidad por las calles hasta llegar a San Mungo.

-Tu celular...- dije y el me lo dio

Marqué el número de Albus, pero no contestaba, ni James lo hacía. Decidí marcar el de Alice.

-¿Hola? ¿Lilita?- preguntó adormilada

-Alice, estoy en San Mungo. Ya va a nacer -Dije pero no pude seguir porque tenía que entrar a la sala donde iba a tener a mi hijo

-Tranquila, cariño- dijo Scorp tomando mi mano para tranquilizarme- Ya va a nacer nuestro hijo

Yo estaba frunciendo el ceño con algunas lágrimas traicioneras recorriendo mi rostro por el dolor punzante de las contracciones, pero aún así, le sonreí Scorp.

-Ya está aqui la familia de ambos, Señor Malfoy- le dijo una sanadora a Scorp entrando a la habitación y dejando a pasar a la manada de pelirrojos, azabaches, rubios y por supuesto, un peliazul.

-¡Lily!- gritó Alice y se puso a mi lado.-Tranquila, todo saldrá bien

-Oh, mi llamita- dijo mi mamá- se fuerte

-Vamos, trae a mi nieto al mundo- dijo Tía Tori

-Se que puedes, pequeña Snitch- dijo papá y entre lágrimas le sonreí

-Gracias por hacer feliz a mi Scorpius, ahijada- dijo mi padrino Draco cuando se acercó a mí oído

-¿Lista, Bebé?- preguntó Victoire con su uniforme de Sanadora.

-Lista- dije sin dudar.

-Bien, vamos, Domi, ayudame- dijo Victoire mientras empezaba su trabajo

Después de unos minutos ya se encontraban gritandome.

-¡Puja, Lily!- gritó Dominique- ¡Ya viene!

-Lily, ya veo la cabeza- dijo Victoire- Puja, Lily

-Lily, vamos, ya casi- gritó Rose yendo hacia mi- eres la mujer más fuerte que conozco, no nos decepciones ahora.

-Solo una vez más, bebé. Y te prometo que ya no más.- dijo Dominique

-Cuenta hasta tres y puja- dijo Vic- Vamos. 1,2 y 3. ¡Puja!

Entonces lo oí. El sonido más perfecto que había oído en toda mi vida. Un sonido demasiado chillón, pero realmente hermoso. Era el llanto de mi bebé

Dejé mi cabeza en la cama, volteé hacia Victoire pesadamente

-¿Que... es? - pregunté cansada-

-Es un niño, Lily. Idéntico a su padre- dijo ella. Yo me volteé hacia Scorp sonriendo

-Perdiste... pagame- dije extendiendo despacio mi mano y el puso 5 galeones en ella.

-Gracias- dijo para después besarme

-¿Quieres verlo, Lily?- yo sonreí y asentí como pude- Tomalo.

Era un bebé perfecto. Un hermoso bebé, se veía tan lindo, tan frágil que me daba miedo romperlo. Empecé a delinear cada una de sus facciones, era idéntico a Scorpius.

-Es tan pequeñito- dije tomando una de sus manitas- Hola, pequeño Dylan. Yo soy tu mami Lily y el es tu papi Scorp. Por fin estas conmigo, no sabes cuándo he esperado verte

-Es tan lindo- dijo Scorp

-Cargalo- dije dandoselo con delicadeza

-Hola, campeón. Ya no podía esperar para cargarte, te presentaré a la familia- dijo y lo llevó con cada uno de los integrantes, que estaban prácticamente llorando de alegría. Regresó con el y se sentó en la cama- Lily... abrió los ojos- dijo y me lo entregó

-Son grises- dije sonriendo y empecé a llorar- ¡Son grises!

-¡Tiene mis ojos!- gritó para que todos se enteraran.

-Pequeño, nunca dejaré que te hagan daño. Siempre te protegeré. Dylan, Mami te ama, Papi te ama.- dije besando su pequeña cabeza

-Nunca dejaré que nada les pase - dijo Scorp besando mi mejilla y la cabecita de nuestro hijo

Y así, ese día, se convirtió en el mejor de toda mi vida.