(Basado en: Caperucita roja, un cuento de Perrault)
Autora: Redglasses Girl.
.
.
.
.
.
— ¿Recuerdas el camino verdad?
— Si, mama Jennifer.
— No hables con extraños en la calle....especialmente con los Yakuza. [1]
— Claro.
— Y no te entretengas demasiado. Seguro Yuu-chan tendrá hambre sin su bentou con él. [2]
— Por supuesto.
— ¡Y ve por la sombra! ¡Ten cuidado y que te diviertas! — grito Miko viendo a lo lejos al chico mientras agitaba su mano desde la entrada de la casa. Ese buzo rojo realmente le sentaba perfecto, apenas lo vio supo que tenía que comprárselo, fue irresistible.
Los cabellos dorados del flequillo del joven sobresalían de la capucha y se mecían con el ligero viento de otoño. La prenda enmarcaba perfectamente su agraciado rostro y el color contrastaba con su pálida piel, sus rizos y sus ojos verdes.
Camino alegre las cuadras que debía hasta la estación de trenes entre hojas secas y un lindo paisaje otoñal que le brindaba al barrio otro toque más especial. Aunque la primavera era hermosa con las flores de Sakura adornando las veredas esta temporada no tenía tanto que envidiar tampoco. El cambio al llegar a la jungla de asfalto fue notorio: menos arboles, más gente. Aunque ya era la costumbre y por más que su vista se le fuera hacia los lados para admirar las rarezas que circulaban exponiendo las distintas modas de ese mundo intento contenerse de dispersar demasiado su atención.
No sea que otra vez se dejara llevar siguiendo a algún 'espécimen extraño' de esta sociedad y terminara una vez más perdido para que Yuuri le diera el mismo aburrido sermón de siempre. Amaba a Yuuri, odiaba sus sermones. Eran demasiado tediosos.
Podía evitar dispersarse mirando gente, o mirando vidrieras, tecnología, animales raros, tiendas raras, y muchas otras cosas más. Pero había un logotipo y un cartel que en su mente encendían una alarma con sirenas y ruidos de alerta a quilómetros de distancia.
Starbucks.
Oh, delicioso café con leche y doble crema extra. Y caramelo, avellana, chocolate extra, vainilla y cualquier otra cosa que se le cruzara por delante en los frasquitos que esperaban sobre la mesita con los palitos, las pajillas y el azúcar para agregarle. Obviamente tamaño "Venti", el más grande, el de medio litro. Siempre había dinero y tiempo para parar en el Starbucks, sin importarle un comino las advertencias de su adoptada madre Terrestre.
Ojala esa delicia caliente que se derretía en su boca tan cremosa durara mas. Pero nunca era así, siempre se perdía en el momento de degustación y para cuando volvía la realidad era para ver su vaso vacio. Pero la fortuna estaba de su parte, la diosa le había sonreído. Otro local de la misma cadena de cafeterías lo esperaba si se alejaba de su camino una cuadra hacia la derecha. Y así lo hizo, otra vez dejando de lado el sabio consejo de la voz de la experiencia.
Lo malo es que cuando rompes las reglas y caminas en las nubes mientras lo hace pensando en cualquier cosa y papando moscas, una serie de eventos desafortunados puede desencadenarse. Como ver otro Starbucks a lo lejos y recordar que te habías prometido probar el Machiatto Caramelo con frutilla hace ya una semana y al final nunca lo hiciste. Pero eso suponía salirte aun más de tu ruta....Aunque ¿a quién le importa cuando no te das cuenta que te estás perdiendo?
![](https://img.wattpad.com/cover/84441610-288-k715835.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Habia una vez
FanfictionColeccion de drabbles, historias cortas autoconclusivas, basadas en los cuentos clasicos. Son parodias hechas en conjunto con Petula donde tomamos los cuentos fantasticos y los adaptamos a situaciones con los personajes de Kyo Kara Maou.