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Devastado, Rubén entra por la puerta principal y sin ganas de hacer nada, tira sus llaves sobre una mesita.

  — ¿Y?, ¿lo pensaste? —le pregunto María con sus brazos cruzados

  —No, y no lo pienso hacer

  — Si te casas conmigo, te dejaré tranquilo — le ofreció mientras caminaba alrededor de él

  — No te amo, no te quiero y ni me pienso casar, menos contigo

— Amor

— ¿Qué quieres?

— ¿Le dijiste a la chica?

— ¿De que?

— ¿Como de que? De nuestro hijo

—No, no se lo dije

  — ¡Ah! Me olvidé de contarte, hable con Federico

— ¿¡Que hiciste que!?

Federico, es un señor de unos cincuenta y pico de años, estafador, ladrón, narcotraficante. Rubén le debe una gran cantidad de dinero que con ni su propia fortuna le puede pagar.

  — La amo, sólo por ella lo haré

  — Bien hecho, Rubén. Mañana daremos la noticia...

Dicho eso, se va de allí.

Rubén, sin fuerzas, sube a su habitación.

Sacándose la ropa para ponerse su pijama, se preguntaba que porque de todas las mierdas de su vida,justo ahora que podía empezar a ser feliz le viene desgracias tras desgracias.

Abrió su ventana y se recostó sobre el marco de aquella.

  — ¿Porque madre? ¿Porque me pasa esto a mí? Capaz es una señal de la vida que significa que nunca voy a ser feliz

¿Madre? No sólo Emily tiene un pasado oscuro...

Mundos diferentes » rdgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora