Parte 6 - Casualidad

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Comentarios autora:

Muchas gracias a ValeMaki por comentarme siempre y darme ánimos a escribir, estoy muy agradecida de que me sigas en ambos lados y te envio un Shishio para ti <3. Un saludo :)


Shishio Satsuki

De repente escuché los ruidos de unos cristales resquebrajarse, instintivamente solté la mano de Tsubomi. Miré hacía la puerta del almacén donde se encontraba Suzume con los dedos ensangrentados, tenía los ojos abiertos y parecía no dar crédito a que nos había visto cogidos de la mano.

Mi alumna se levantó del suelo con las piernas temblando, estaba llamando la atención a todo el mundo en el restaurante.

-Lo siento – Hizo una reverencia hacía los clientes y se esfumó del local corriendo.

Giré sobre mis talones y salí a la calle. El viento me golpeó como una bofetada en la cara mientras que la sangre empezaba a fluir rapidamente en todo mi cuerpo, noté una fuerte presión en el brazo. Yuki.

-¿Donde crees que vas? -

-Voy a buscar a Suzume -

-¿Y después qué?

-No lo sé – Acto seguido una cálida mano se estampó en mi cara. El impacto no había sido fuerte pero lo suficiente para devolverme de nuevo a la cruda realidad, desvié la vista hacía el suelo y me percaté de que estaba empezando a llover.

-Eres un egoista – Yuki me sostenía por la camiseta con fuerza y pude ver como sus ojos se habían nublado de nervios. La respiración empezó a encogerse. - No sé a que juegas ¿Se te olvidan las cosas Satsuki? ¿Estás seguro de que vas a ir a por ella? ¿De dónde le vas a decir que vienes?

Dicho esto el agarre se aflojó mientras retrocedía unos metros por la inercia. Pude volver al ritmo de respiración cotidiano. Tsubomi estaba en la puerta mirándonos, tiró de mi para irnos del lugar, allí quedó un Yuki ausente durante unos microsegundos.

Mamura Daiki

Sonaba en los cascos conectados al móvil la canción de all alone with you, la aguda voz al vibrar sus cuerdas vocales comenzaba a remover mi serenidad. You will never walk alone, parecía que solo alcanzaba a ver una morena corriendo lejos de mi otra vez. Si corriese ahora más rápido que en aquella carrera del festival escolar, ¿crees que podría alcanzar el lugar donde estás ahora mismo?

Parece que en cada paso que doy más hacía delante tu estás más lejos, ni siquiera me puedes ver. Además parece que conforme hago un sprint lo único que consigo es tropezar y volver a perderte en el camino.

Impacto total mientras estaba ausente en mis pensamientos. El peso de una bicicleta cayó sobre mi pierna y alcé una ceja hacía mi atacante. Era una chica que tendría mi edad y parecía bastante alterada, alcé las manos para indicarle que estaba bien ya que tenía los ojos lagrimosos, seguramente estaba a punto de llorar debido al susto. Lleva uniforme de un colegio lejos de aquí y sus ojos verdes se me hacían tremendamente familiar.

-Oye, deberías mirar por donde andas – Cogió el vehículo y lo volvió a poner en circulación, dejándome allí plantado con la palabra en la boca.

-

Yosano Suzume

Me estaba poniendo nerviosa escuchar su voz, era lo que menos necesitaba en ese momento. Pero no podía evitar que fuese mi profesor, eso era un hecho, aunque con suerte este año me graduaría y podría superar el desamor con facilidad. O eso pensaba.

- Estas son las opciones para el festival – disimuladamente su vista se desviaba hacía la ventana derecha, no quería cruzarme con él así que continuaba centrada en lo que pasaba en el patio -

- Creo que podríamos hacer un festival de comida temática. - Un tipo de alarma me devuelve a la realidad, veo que proviene de Mamura que me mira con complicidad.

Al final las manos se levantaron y acabamos de decidir el acontecimiento. Cogí mi bolsa con la ropa de deporte e intenté camuflarme del sensei, cosa que no conseguí.

-Yosano, ayúdame a llevar estos libros al aula de profesores.

Asentí, no eran muy pesados, así que supuse que simplemente era una excusa para hablar conmigo.

-El último examen mejoraste un poco, aunque sigue sin ser suficiente. Espero que te estés preparando ya para los finales, después del festival deberías centrarte totalmente.

-Eso haré – Llegamos a la sala de profesores y dejé encima del mueble los libros dándome la vuelta.

-Respecto a lo que sucedió en el restaurante... Tsubomi y yo... - Se tocó sus gafas nervioso.

-Está bien Sensei, solo soy una alumna, no tiene que darme explicaciones personales. Lo dejo todo aquí si no le importa, tengo que ir ahora a la clase de educación física.

Bajé lo más deprisa que pude y me dirigí corriendo hacía el primer baño que había en el piso. Al cerrar el cubiculo me deslicé hacía el suelo con las manos en la cara, las lágrimas salían por ellas solas sin siquiera notarlo. No entendía por qué justamente ahora sentía estas punzadas en el corazón al recordar la mano de Shishio y Tsubomi. Maldita sea, esas manos no eran suaves, tampoco eran frías, realmente eran cálidas y duras... Sin embargo, no había otra cosa que anhelara tanto como ir con él cogidos, la sensación de felicidad que viví en ese momento no volvería. Echaba de menos sus manos.

Cuando me tranquilicé enfrenté el mundo de nuevo, me puse el uniforme y bajé las escaleras hacía el polideportivo. Al bajar me dio un vuelco al corazón, apoyado seguía Shishio, giré la cabeza y pasé por delante de él, no tenía nada más que decir. Cuando rebasé su posición, me detuve por la opresión de su mano sobre mi brazo.

Al girarme vi como su espalda se doblaba delante de mi, sin terciar una palabra sus dedos sujetaban con firmeza los cordones de mis zapatillas deportivas. Con mucha suavidad entrelazaba los hilos para formar un lazo, veía su nuca desde mi posición y dentro de mi corazón parecía querer acercarme más para aspirar su olor. Sin embargo no podía moverme, estaba totalmente paralizada de la vergüenza, era como si fuese a explotar.

El momento mágico acabó como todas las cosas en el mundo fue demasiado rápido. Sin terciar palabra se levantó , sonrió de una manera triste y subió las escaleras. Yo me quedé allí viéndole de nuevo irse.

Kashima Tsubomi

Estaba esperando de nuevo a Satsuki en el rellano de su casa, llegó con una apariencia extraña. Emanaba una especie de seguridad en si mismo que no había mostrado hasta ese momento. Me acerqué igual de decidida y me abalancé sobre su cuello.

-Tsubomi, estate quieta

-¿Por? - Dije con una sonrisa pícara mientras veía que retrocedía.

-Siento mucho lo que pasó esa noche, mi padre está a punto de morirse y actué sin pensar. No es excusa, me porté como un idiota contigo.

- Siempre tan correcto. No te estoy pidiendo volver juntos Satsuki, pero creo que es mejor que esto le pases acompañado a que sigas solo.- Volví a acercar mi mano a su cabello alterado y esta vez no hizo intención de apartarse.

-No me entiendes Tsubomi, no quiero nada. Para mi eres una persona muy importante, por eso no quiero hacerte daño ni hacérmelo a mi – Hizo una pausa sonriéndome con cariño y acariciándome la mejilla con nostalgia- No habrá otra oportunidad, esto hace tiempo que se acabó y tienes que pasar página.

Cuando abandoné el apartamento mis pies acabaron donde siempre lo hacían cuando necesitaba aclarar mis ideas. Las verjas estaban cerrando, Yuki se dió la vuelta y palmeó mi espalda con suavidad.

- Tsubomi , haces mala cara. Creo que me he dejado dentro un par de cosas, ¿Me haces compañía si te invito a una copa?

Hirunaka no Ryuusei - Donde pertenecemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora