Comentario de la autora:
Hola a todos, no os enfadéis mucho con mi pobre Shishio que lo está llevando lo mejor que puede y es algo que a veces... pues todos nos equivocamos :'(
Muchas gracias a todos por leerme y espero vuestros comentarios que me animan mucho!
Mi twitter si quereis hablar de algo o sugerirme cualquier cosa es
¡Nos vemos!
PD : Echadle un ojo a mi semilemon que estoy intentando hacer de ShishioxSuzume aquí en wattpad :)
Shishio Satsuki
Parecía que iba a llover, había algunos nubarrones a lo lejos que parecían acercarse a la ciudad, sin embargo lo que menos me importaba era mojarme. Cogí las llaves del coche y les di un par de vueltas sobre mi mano.
- Casi nunca llueve... - Susurré.
Con las piernas temblorosas salí a la calle, al caminar sobre los charcos salpicaron algunas gotas sobre los pantalones del traje .En la puerta del vehiculo estaba mi hermana pequeña con la bicicleta, parecía algo apurada por su arrítmica respiración.
- ¿No deberías estar en la escuela? – Me miré el reloj y le devolví una sonrisa distraída.
- Onii-chan, mucha suerte – Se acercó y me abrazó. Su pelo olía a coco, hundí mi cabeza sobre su cabello llenándome de una inexplicable calma y me aguanté las lágrimas a punto de escapar.
- Llegarás tarde – Acaricié su mejilla y no giré atrás antes de subir al coche. Sabía que si volvía la vista las barreras caerían.
Tenía mucho miedo, la gente cree que ese sentimiento se produce cuando existe algún peligro que te acecha. Sin embargo, más allá de algo externo, el único temor que tenía era de mi mismo.
Una vez en el hospital me detuve en frente de la puerta de la habitación, levanté mi mano para tocar y la detuve en el aire. Empecé a morder el labio inferior nervioso y noté el sabor de la sangre en mi lengua.
- ¿Vas a visitar al señor Shishio? Debes ser su hijo, te pareces mucho – Una enfermera se acercó y me habló con voz entusiasta.
- Vengo de visitarle, ya me iba. Muchas gracias por sus cuidados. – Hice una leve inclinación en señal de respeto.
- No hay de qué, espero que vuelvas pronto.
El miedo venció.
Yuyuka Nekota
Montones de cajas se amontonaban en nuestra clase, llegó un día que incluso era imposible poder moverse sin saltarlas. Parecía que nadie iba a hacerse cargo de semejante desastre, así que salió mi carácter a punto de explotar.
- Estas cajas tenemos que hacer que desaparezcan ya, es imposible concentrarnos en el festival de esta manera – Dije con una sonrisa angelical que escondía mi furia interna. -Los chicos llevareis las cajas de los decorados al patio y trabajareis allí, mientras tanto las chicas nos quedaremos haciendo los disfraces en clase. ¿Os parece bien?
Escuche algunos de clase que murmuraban a lo lejos, les fulminé con la mirada y una sonrisa inocente. Al segundo todos habían desaparecido de mi vista, suspire tranquila con una satisfacción evedinte cuando noté unos labios mordiéndome el cuello.
- Pero que... - Noté una lengua cálida lamiéndome y mi temperatura aumentó. Por el olor supe que era Togyuu-senpai. - ¿Qué diablos estás haciendo?
Le empujé, sin embargo pareció no importarle porque continuó riendo como si no hubiese pasado nada.
- Yuyuka-chan me gusta demasiado cuando saca sus uñas – Me guiñó un ojo y desapareció dejándome con las piernas temblorosas.
El resto del día estuvimos todas las chicas ocupadas con la toma de medidas y la confección, habíamos decidido hacer una temática del oeste en nuestro salón.
Todas las chicas nos habíamos quedado en clase, Suzume al lado de la ventana estaba absorta con lo que parecía un disfraz de chico de indio. Cosía con una sonrisa unas plumas en una cinta roja.
Pasaron las horas y nuestras compañeras se fueron yendo a casa, pero ella se había quedado dormida en el alfeizar. Su móvil que estaba en la taquilla había empezado a sonar, me detuve al escuchar unos pasos entrando en clase.
- Suzume, te has quedado dormida – Sus finos dedos acariciaban a la castaña que seguía dormida sobre las plumas del disfraz de Mamura. Emanaba un aura de ternura.
- Sensei... - Se encogió al tacto de ellos.
El ambiente de la habitación se congeló, las manos de Mamura se pusieron rígidas y se separaron de la chica. Me pegué mucho más a las taquillas aguantando la respiración para que no se percatase, sus pasos pesados pasaron por mi lado.
Por la expresión del rubio me percaté de que las cosas habían cambiado, notaba en el ambiente que era un punto y final en ese baile.
Daiki Mamura
Esta era una de las cosas que las personas catalogamos como inevitable, es verdad que había estado profundamente enamorado de Suzume y pensaba que ella había sentido algo muy especial por mi. Pero era evidente que nunca habíamos llegado a estar en el mismo punto de la relación. Aunque había corrido tras ella notaba como todo lo que importaba se escapaba entre mis manos. Por más que las cerrara sabía que era imposible atraparlo. Todas las cosas se acaban.
Me senté en el parque contiguo al instituto, lo único que venía a mi mente era como dejaba sus ojos en blancos cuando tenía una idea brillante. O como se sonrojaba cuando me acercaba mucho ella. No pude evitar volver a sonrojarme cuando recordé su sabor dulce en mi boca, esa expresión única solo la había visto yo y había sido el primero. Por más que la hubiese perdido, eso siempre sería mío.
El que faltaba. Por delante pasó Shishio con un traje bastante formal, nunca lo había visto vestido así, parecía más mayor de lo que era.
- Ey – Dije cuando pasó a mi altura.
- Hola Mamura – Parecía sorprendido, pero en seguida volvió a tener una expresión cotidiana
- Haces mala cara.
- No más que la tuya – Hizo una pausa y vi que se le veía incomodo - ¿Te acuerdas de que hablamos una vez? Deberías pegarme esta vez todavía más.
- Quizás, debería, como ya te dije no era asunto mio. Pero tienes razón, esta vez es diferente.
No entendía a que venía esto ahora, no pude reprimir los impulsos y le pegué un puñetazo a la altura de la nariz. Vi como sonreía mientras sentía el líquido rojo sobre mis manos.
- ¡Me das mucha rabia maldita sea! ¡Despierta!
Yosano Suzume
Tenía que coger las medidas de Mamura, me sonrojé al recordar algunas veces que lo había abrazado, creí que podría simplemente recordando eso imaginar las medidas, pero era imposible. Intenté hablar con él durante todo el día pero parecía que me evitaba, desde hacía un par de días había estado muy frío y no tenía la más mínima idea de que había podido suceder.
Estaba solo sentado sobre un pupitre con las piernas colgando, miraba por la ventana a la nada mientras el viento jugueteaba con sus cabellos rubios.
Cogí el metro y me acerqué corriendo, lo abracé por detrás con el metro mientras le cogía la medida del pecho. Su pelo olía dulce, como chocolate y me fijé que su espalda era más grande lo que esperaba.
De momento mientras estiraba la herramienta este me cogió de las manos, se escapó de mis manos las medidas. Estaba muy cálido. Pegó mis manos a su corazón y empecé a notar como este bombeaba muy rápido.
- Suzume, tenemos que hablar.
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Hirunaka no Ryuusei - Donde pertenecemos
Fiksi Penggemar¿Qué pasa a continuación de que Suzume rechace a Shishio Satsuki? ¿Puede ser que este arrepentida? Una historia que brinda una nueva oportunidad a Shishio de recuperar a la chica de la que esta perdidamente enamorado, ¿Sabrá aprovechar esta nueva op...