Un Nuevo Comienzo. {JB Fanfic} [CANCELADA]

Capitulo 13

Sebástian nos dejó a ambos en la habitación y se largó con la peor cara que le habia visto a lo largo de estos tres meses. Sus mejillas estaban coloradas por el esfuerzo de empujar a un Justin demasiado ebrio para siquiera pensar en sus acciones y parecía algo cansado del mismísimo antes nombrado. Sus ojos, entornados como si intentara enfocar, me daban la razón.
Justin se quitó los zapatos y los dejo tirados a un costado de la puerta. Sus pies estaban húmedos y los arrastraba a lo largo de toda la sala con cansancio. Llevaba la botella de Champagne en la mano derecha y parecía que el cualquier momento se le caería al piso.

-Que siga la fiesta, amiga! -Saco el corcho con los dientes de una manera algo peligrosa y lo escupió contra la pared. Tomó un largo trago y me pasó la botella con una amplia sonrisa.

Todavía no sabía si él era consciente de sus acciones o ya era demasiado tarde para siquiera prevenirlo.
Tomé la botella entre mis manos y le di un largo trago que paso quemando mi garganta como si fuera una lija.

-Te propongo algo, Granger -Tomo asiento y me miró con el ceño fruncido, casi como si le costara enfocarme-. Juguemos.

Lo fulmine con la mirada y de alguna manera intenté que caiga en la cuenta de que acababa de salir de una pelea y tenía los nudillos llenos de sangre seca. En cuanto a mi, sólo me dolía un poco el brazo con el que había sostenido los cabellos de el famoso Cameron.
De todas formas, quería una respuesta. Sea como sea, o haya sido, la situación, tenía derecho a saber cada detalle.

-Primero lo primero -Deje la botella sobre la repisa de la chimenea y me senté frente a él con la mirada firme-. Qué acaba de pasar. Detalladamente.
La sonrisa de su rostro se borró en un segundo y comenzó a aclarar su garganta quemada por tanto alcohol.

-Hace como dos años -Comenzo-, cuando todavía estaba con Selena, en medio de un momento difícil, apareció él -Se puso de pie y busco la botella con la mirada. En cuanto la vio camino hacia ella y me miró desde allí-. Un chiquillo estúpido y con las hormonas alteradas queriendo acercarse a quien en su momento, era el amor de mi vida -Camino por toda la habitación arrastando los pies sin alejar la botella de su cuerpo. La abrazaba como si fuera lo que más quería en el mundo-. Y lo logró.

Su mirada se fijó en el suelo de madera brillante. Dejo la botella sobre una mesa cercana y se apoyo en la pared para continuar con su relato.

-Cortamos por ese mismo motivo. Ella corría directo a sus brazos cuando peleábamos, buscando un amigo -Bajo un poco la voz-. Pero las intenciones de él no eran las mismas que las de ella. Por pura furia -Levanto la barbilla un poco, como si lo siguiente que fuera a decir no tuviera ni un poco de importancia para él-, ella estuvo con él y al poco tiempo me dejó por la culpa que sentía al respecto.

Apretó los puños tan fuerte que las heridas de sus nudillos comenzaron a sangrar. Tenso la mandíbula y miró a un punto fijo sumergido en sus pensamientos. Pude notar en su mirada que él no tenía planeado continuar con el relato porque probablemente era una herida todavía difícil de cerrar.
Yo, como una fan, sé lo que él la quería a Selena como para dejarla ir tan fácilmente. Incluso siempre tuve la duda de por qué una relación tan linda había terminado tan mal cuando ambos parecían quererse como no querían a nadie más en el mundo. Como yo nunca había querido a nadie en el mundo.

Pero hay una historia totalmente diferente de el otro lado de la pantalla.

Me fregue los ojos con los puños de mis manos y me levanté a darle un poco de mi consuelo. Deje mi saco sucio manchado previamente con saliva ajena y lo deje a un costado con una cantidad notable de asco. Acomodé mi ropa a mi cuerpo y respire profundo. Cualquier movimiento que fuera a hacer ahora afectaria de una forma en la actitud de Justin.
Me acerqué a él arrastrando los pies, pose mis manos en su cintura y las pasee hasta llegar a su espalda y abrazarlo de una forma tranquila y amorosa. "Lamento haberte hecho recordar eso" susurré "Y haberme acercado a ese imbécil"
Pude sentir como sonreía sobre mi cuello y eso me calmó un poco. Le seguía faltando un poco el equilibrio pero claramente sabía cómo manejarlo; una de sus manos en mi cintura y la otra contra la pared.

"Él ha sido el imbécil que se acercó, sé que debes tener mejor gusto para los hombres" me devolvió el susurro. "Estoy completamente seguro de ello".

Levante la mirada y la fijé en sus ojos. Estaban brillosos y parecía algo angustiado, y mas que nada, ebrio. A la luz amarilla de la sala sus ojos parecían todavía mas amarillos de lo común y le daba un aspecto salvaje.
Su cuerpo emanaba tanto calor que me sofocó e intente separarme un poco, pero su mano me lo impidió. En cuanto sintió mi cuerpo querer alejarse del suyo, me apretó con más fuerza y me susurró algo al oído que quise entender pero no logré deducir. Arrastraba las palabras de una manera que no podía entender.

"Repitemelo, por favor." Le dije.

Me miró como si lo que acababa de decir fuera una confesión tan grande que le costaba repetirla. Su labio superior le temblaba y lo separaba del inferior a medida que parecía querer articular una palabra.

Me miró a los ojos con recelo y se acercó a mí oído para repetirme lo que no había escuchado hace unos segundos. O eso creía yo.

"Te quiero, Emma."

Sus palabras me llevaron a un estado que ni el alcohol podía provocarme. Lo mire a los ojos y dudé en qué decir. Me tomó totalmente desprevenida y no quería arruinar el momento. Le acaricie le espalda y justo en ese momento pude darme cuenta que había estado aguantando la respiración por varios segundos.

No sabía que era lo que el alcohol le estaba provocando además de algo de ansiedad. O tal vez, provocándonos a ambos, porque en el momento en que Justin tomó mi mejilla con ternura y me acercó a su rostro lentamente, no hice más que dejarlo seguir.

Sus labios rozaron los míos por varios segundos y sentí su respiración caliente sobre mi rostro. Nuestras narices chocaban y el calor que emanaban nuestros cuerpos al estar juntos me inquietaba un poco, pero ni eso me detuvo.
Él me miró a los ojos una vez más, como pidiendo permiso para hacer el siguiente paso, y yo solo me limité a devolverle la mirada y buscar algo de conciencia en sus ojos.
Después de una duda eterna, sus labios rozaron los míos y lograron una conexión que no había sentido jamás. Me estremecí al sentir un hormigueo inexplicable por todo mi cuerpo.
Sus labios estaban secos pero eran cálidos y sabían a alcohol. Demasiado alcohol.
Abrí un poco mis labios y deje pasó a un beso más intenso, pero nunca más de lo que necesitábamos. Justin reaccionó a mi acción sin pensarlo dos veces. Movió sus labios al ritmo de los míos, suavemente y sin nada que lo apure o lo haga sentir la necesidad de esconder lo que sentía. Sin pedir permiso alguno, la lengua de Justin se abrió camino entre mis labios y comenzó a juguetear con la mía.
Era una batalla lenta y absurda, pero necesaria y muy deseable.

No sé lo que estábamos haciendo, pero temía tanto alejarme de su agarre que solo seguí el ritmo de sus carnosos y suaves labios hasta donde sea que quisieran llegar, dejandome llevar por completo por el tacto de Justin y el alcohol que viajaba por mi sangre.