"Él es como ver una misteriosa polilla en un campo de mariposas"
🦋🦋🦋
Emily Smith.
Hace años llevo guardando un secreto que tiene nombre y apellido peligroso.
Caleb Blake.
Lo conocí en la inauguración de la nueva colección de galerías de su padre, un escultor de bellas artes. Ese día, de pie en la galería, recuerdo ver la escultura de una mujer desnuda que sostenía una polilla y que ese mismo devoraba su mano. La obra había captado mi atención, era como la representación de una peligrosa admiración, una que permites que te devore, por lo invidente que puede llegar a ser la idolatría.
Basado.
Admiré la pieza más que ninguna otra y me sorprendí al fijarme en el nombre del artista. No era el dueño de la galería, sino su hijo mayor, Caleb, quien lo pintó.
Estaba impresionada viendo la pieza, enamorada, maravillada, atraída, cuando un rubio de ojos color del cielo apareció a ver la escultura, y por lo contrario a mí, parecía no agradarle. Él se acercó a detallarla, y cuando alzó la mirada, sus ojos se encontraron con los míos.
Llámame loca, pero a pesar de que no creía en el amor a primera vista, cuando nos vimos, sucedió. Hubo un click. Sus ojos hicieron que el tiempo se detuviera en un segundo. Esa sensación, esa química, y esa deleitante atracción, fueron encendidos al instante. Hasta que alguien lo llamó por su nombre. Caleb. Era él. Era el chico que creó la maravillosa pieza, me puse nerviosa, le di la espalda, y me salí de la galería.
Sí. Hui.
Después de ese día no lo volví a ver. No hasta que empezaron las clases en el instituto y resulta que estaba allí, en uno de los pasillos. Habíamos tenido la misma reacción que en la inauguración de la nueva galería de su padre, ese cruce de miradas que solo dos personas conocen.
Mierda.
Si creyera en el destino, diría que eso fue. Pero tal magia no existía y estaba a punto de caer en la boca de un lobo. Después de unos días, nos volvimos a encontrar por tercera vez. Había sido en el taller de arte de la profesora de mi instituto que estaba buscando un modelo para la clase de dibujo de figura humana. Caleb, como era de esperarse, era su estudiante favorito.
—Hoy vamos a aprender a observar las formas y movimientos del cuerpo humano en el arte —mencionó, y presentó a Caleb delante de todos—. Este es el mejor estudiante que he conocido en mi clase, y tengo el honor de decirles que hoy será nuestro modelo.
Las chicas en el aula estaban echándole el ojo y murmuraban lo guapo que estaba. Permanecí callada en mi asiento, contemplado la belleza que poseía ese rostro esculpido en una proporción armoniosa y esos ojos azulados que acechaban toda el aula hasta caer en mi presencia.
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CLASE A
Teen FictionUn podcast se hace viral en internet por castigar personas, haciéndose conocer como el karma, y convirtiéndose en un fenómeno global. Este año, el locutor va a visitar el instituto más prestigiado del país para destruir a los egocéntricos y malcriad...