Bueno allí estaba yo, acostada en la que seria mi cama, escuchando música y mirando el techo.
Mire de reojo a Dallas que estaba acostado y con sus hermosos ojos cerrados, se veía tan lindo y no tenía remera o Dios sus hermosos pectorales tan definidos. Me levante de mi cama silenciosa mente y me acerque un poco a él, lo mire de cerca y era aun más lindo, tenía un mechón de su cabello en su frente y no pude contener las ganas y procedí apartar el cabello de su frente, rose un poco su piel y eso hizo que sus ojos se abrieran como platos, pegue un pequeño respingón cayendo al piso y todo mi peso reposo en mi trasero.- Ohh!... ¿Estás bien?. - Dallas me ayudo a levantarme. Dios estaba muy apenada por lo que paso. - S-Sí, lo siento no quise asustarte. - Le dije mientras me ponía roja como un tomate.
Me aleje un poco de él mientras miraba mis pies.Dios, que vergüenza.
-Espera, ven acá. - Dallas tomo mi muñeca y me acerco a él, paso su mano por mi mejilla, sentía como mis mejillas se ponían rojas como un tomate.
Se acerco a mi cara y...Esperen un momento, me iba a besar... Ohh Dios no!!.
Estuvo a un centímetro de mi boca cuando... Nada, no paso nada, dure unos minutos con los ojos cerrados y cuando los abrí hay estaba él riéndose de mí en silencio. - ¡Eres un idiota!. - Le dije entre dientes, di media vuelta y salí de la habitación cerrando la puerta lo más duro que pude a mi espalda.
Lo odio...
(...)
Rayos, que incómodo es dormir en el sofá.
Después de tirar la puerta tan duro como pude, mi hermana salio algo pálida e histérica debido a lo duro que tire la puerta, la ignore y corrí escaleras a bajo, intento hablar conmigo pero quede dormida al instante.- Dormiste bien amargada?. - La voz de Dallas me dio tanta rabia. - Eso no te importa.
- Me levante del sofá y camine directo al baño escaleras arriba, todo iba bien hasta que. - ¡Ay!. - La risa de Dallas debido a mi estúpida caída me dieron aun más ganas de matarlo.
Este no es el chico tierno que conocí.