Dallas es un completo idiota y mi hermana lo defiende.
Ya era de noche y procedí a cambiarme, me coloque mi pijama y me tire en mi hermosa cama cuando escuche mi nombre venir del primer piso.
– Dios, ¿Sera que nunca puedo estar en paz? – Dije en silencio, mientras me ponía mis pantuflas de conejo y corría escaleras a bajo.
– ¿Qué quieres hermana?.
Estaba a punto de dormir como una bebé. – Le dije con fastidio y sueño a la vez.
– Son las 10:00pm, todavía es temprano no seas exagerada.
Te llame para decirte que voy a salir, así que tú y Dallas estarán solos hasta mañana en la noche, no te asustes, es solo que necesitamos privacidad y con ustedes aquí no podemos hacer el...
– Wow wow wow, tranquila hermanita no tienes que dar explicaciones. – Mi hermana soltó una pequeña carcajada.
Me dio un beso en la frente y salio con sus maletas, al cerrar la puerta corrí hacía mi habitación no quería quedarme allí junto con Dallas, ya que mi cuarto ya estaba listo y no tenía que compartir la habitación con él.
Llegue a mi cuarto, cerré la puerta con seguro y me acosté en mi hermosa cama, estuve a punto de dormir cuando mi teléfono sonó.
– Esto debe ser una broma. – Mire el numero y era desconocido, atendí la llamada.
–¿Hola?.
–Tefy, ¿ya ibas a dormir?.
–¡Dallas que demonios!, vivimos en la misma casa, no era necesario que me llamarás.
–Calma chica, sólo escucha. Unos amigos vienen para acá, voy hacer una pequeña fiesta, así que más te vale que estés arreglada si no quieres que te vean con esa horrenda pijama y tu fea cara.
–Eres un idi... ¿Hola?, me colgó el muy desgraciado, de ninguna manera saldré de mi cuarto.
(...)
Dios, que ruido, habían como 1000 personas en la casa, ya han intentado abrir la puerta de mi cuarto como 15 parejitas con hormonas revueltas, Dios las hormonas.
– Tefy, soy yo Dallas abre la puerta.
–No.
–No me hagas entrar a la fuerza, no me importaría romper la puerta.
–¡Dije que no!.
–Esta bien... 1..2..3...
–¡Espera!.
–¿Dime?
–Esta bien, la abriré.
Me levante y abrí la puerta, y allí estaba él todo mojado.
–¿Pero qué demonios te paso?
– La lluvia eso paso.
–Esta lloviendo. –Eso sonó más como una afirmación que una pregunta.
– Sólo dejame pasar.
– Entonces pasa, pendejo. – El pendejo lo dije en voz baja.– ¿Estás tomado?.
– ¿Tan feo huele?.
– Sí.
– ¿Me das un beso?.
Espera... ¿khé?
– Jajaja, Nunca te besaría.
– Eres un idio...
Y me beso, me beso...
OMG, me beso.
