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Vi sus ojos apagarse frente a mi,  su corazón dejar de latir,  su pulso detenerse,  su mano dejar de tocarme y aun no podía entender como la vida nuevamente me quitaba un pedazo de alma, todo a mi alrededor se detuvo la gente a mi alrededor me miraba aterrada,  quería llorar y no podía,  quería abrazar pero tampoco podía,  mis manos transprazaban los cuerpos de los otros,  me sentía verdaderamente confundida,  todo se volvía difuso por momentos. Mi cara estaba blanca,  aterrada grite por auxilio,  seguía gritando,  gritaba más fuerte y más y más y cada vez más y nadie me escuchaba,  parecía que no les importara lo que pasara conmigo. Sentí mi cuerpo elevarse, elevarse rápidamente como si fuera un globo lleno de elio, mis manos temblaron y alguien me jalaba,  Seguia gritando pidiendo auxilio hasta que me quede sin fuerzas y me sentí en un sueño tan profundo pero con conciencia de lo que hacía sin qué mis ojos se abrieran. Me comenzó a estorbar una luz en mis ojos y alguien al odio me hablaba,  de repente mis ojos se abrieron como si me hubiera asustado y la gente a mi alrededor quedo paralizado como cuando mis latidos dejaron de sentirse,  mi cuerpo se dividió en dos y de nuevo volvió y se unió entonces allí fue donde se sentí pensamientos de lo que pasaba y no pude explicar exactamente que paso conmigo.
Mi mamá me despertó de mi pensamiento ido y entonces vi pasar a un cuerpo sin vida en el hospital donde me encontraba.

El Vaivén de mi vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora