Capítulo cuatro: Conviviendo en familia

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Al día siguiente Marinette había organizado una caminata por una reserva llena de naturaleza y animales. Quería que los niños la quisieran más así que despertó a todo el mundo temprano en la mañana.

- Vamos Adrien, será divertido. Haremos una caminata por la selva, remaremos en el río y nadaremos en las cataratas -le comentó muy emocionada.

- Nadar, pues espero que lo hagamos desnudos -le dijo rodeándole la cintura y acercándose provocativamente a ella.

- Yo opino que nademos con algo de ropa -interrumpió Chloé.

- Por mi parte no importa verlas desnudas, señoritas -añadió Nino.

Todos estaban esperándolos a la salida del hotel.

- ¿Qué? ¿La pesadilla familia también viene con nosotros? -preguntó Adrien muy molesto y Marinette asintió-. Qué gran idea...

En la caminata encontraron un cerdo salvaje que intentó comerse a Nino, pasaron sobre el río por un puente muy antiguo, el cual solo aguantaba una persona. Todos corrieron al darse cuenta de eso y dejaron a Adrien atrás, las tablas se rompieron y él cayó sobre una que le golpeó en la entrepierna. Auch.

Al remar por el río Nino estuvo observando la pequeña parte que el mini short de Matinette dejaba algo descubierto. Chloé lo notó y lo golpeó con el remo recordándole que no quite la vista del camino.

Escalando una especie de montaña llena de árboles Georgé resbaló, cayó sobre su madre y golpearon a Adrien, este se quedó atrás por unos momentos. Como si eso no fuera suficiente, unos monos aparecieron y atacaron al rubio.

Llegaron a un hermoso lugar, era un lago en el que había unas bellas cascadas.

- Bueno, no sé qué harán ustedes pero yo me voy a refrescar -dijo Marinette quitándose la ropa ya que traía abajo su bikini.

- Le queda muy bien ese bikini ¿no crees Adrien? -comentó Chloé.

- Claro que si, es toda una lindura -le respondió este.

Marinette hizo un clavado espectacular al que todos le aplaudieron.

- ¿Qué te parece si tú también entras al agua Charlotte?, mientras caes puedes gritar "amo a papi" para ayudarme.

- Está bien -Charlotte se lanzó al agua y gritó-: ¡Papi es el mejor de todo el mundo!

- Yo también te amo mi panquesito de miel, ¡qué bien lo hiciste! -le gritó desde la orilla-. Bueno George, es tu turno, inventa una frase para mí.

George solo bajó la mirada y se acercó a si madre.

- ¿Qué? ¿Quieres hacer otro chantaje? -preguntó Adrien.

- No no no no, nada de eso, solo es que... No sabe nadar -le respondió Chloé.

- No sabes nadar. ¿Y así querías ir con los delfines?. ¡Solo me hiciste gastar mi dinero en vano! -le gritó.

- Oye, Adrien cálmate, es solo un niño, simplemente no lo considero por la emoción.

- ¿Nadie nunca te enseñó a nadar? -le preguntó Nino.

- Bueno, mi padre iba a hacerlo, pero dice que está muy ocupado últimamente.

- Ocupado siendo un idiota seguramente -añadió Adrien.

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