CAPITULO VI

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Suspiraba. Su aliento se escuchaba por toda la habitación. Había visto su vida pasar frente a sus ojos, el silencio era tal, que los balazos de dos kilómetros alejados, se escuchaban como si estuvieran al lado suyo.
Estaba mareada, tenía un dolor de cabeza y le sangraba.
-Vale- se dijo a si misma -levántate. Tu puedes.- no podía. Su pierna izquierda estaba quebrada, no podía moverla.
Descansó un rato, miraba el techo diseñando un plan para escapar. Le agarró el sueño, y quedó profundamente dormida

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Chocó con un general del ejército, lo miró con ojos llorosos suplicando por ayuda. Le agarraba con fuerza extrema el uniforme, luego el la tomó de la cabeza y la dirigió a un automóvil donde la llevó a un cuartel, donde puso a prueba sus habilidades.
La pusieron a prueba con Agilidad, Fuerza, Inteligencia y Resistencia, pasó hasta la edad de veinte años entrenando y al ver su gran desempeño, la mandaron al navío.
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Tenía ya un plan. Su pierna estaba en perfecto estado y fue con sus amigos, les empezó a platicar:

-Tengo un nuevo plan para escapar, pero me temo que vamos a tener que asesinar para lograrlo.
A todos les interesó esta parte del plan y quedaron sumamente atentos.
-Primero nos veremos en una semana en esta habitación a la hora de la comida, traigan armas y balas, no sabemos cuando las necesitemos. Si pueden traigan armas silenciosas como martillos. Después...-
La alarma empezó a sonar, pero más diferente.
-TODOS EVACUEN EL BARCO!!!!- Gritó un soldado asomándose en el marco de la puerta de la habitación.
-AHORA!!!!!-
Los cuatro salieron del cuarto sin saber nada de lo que pasaba. Y de pronto, el barco tuvo una gran turbulencia y una explosión voló por los aires el tejado de donde estaban. Se notaban aviones enemigos atacando.
-Bueno, tenemos nuestra distracción, hora de escapar-

La armada incomprendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora