CAPITULO VII

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Salieron corriendo escapando de las explosiones y el fuego.
-Corran!!! No se detengan!!!- corrieron a toda velocidad hasta aproximarse a la luz. Veían con horror aviones matando personas y destruyendo poco a poco el barco, este lanzaba torpedos y cañonazos contra los aviones, pero fallaban. Se dieron cuenta que los conductores eran Kamikases.

El general observaba gente corriendo enfrente de su oficina, tenía tres soldados frente a el, y mientras las turbulencias y gritos continuaban, exclamó
-La culpa la deben de tener los cuatro arrogantes, ustedes saben quienes son, ¡NO DEJEN QUE HULLAN!
Los soldados salieron disparados en busca de los cuatro incomprendidos.

-Que hacemos???- Gritó Emilio -Nos van a matar!!!

-vale, no sé si estoy feliz porque vamos a escapar o triste porque vamos a morir- dijo Santiago
-muy bien, a la cuenta de tres todos saltan, uno...-
-USTEDES! DETÉNGANSE!- gritaron tres soldados en coro.
-TRES!!!- aulló antes de saltar por la borda. Le siguió Santiago y cuando Karina iba a saltar, Emilio la sujetó del brazo.
-¿que haces?- dijo forcejeando -NOS VAN A MATAR-
Emilio saltó con ella de la borda y al salir, los cuatro veían detenidamente, como pedazo por pedazo, el barco caía.

Sentía arena en todo el cuerpo y agua yendo y viniendo, sentía empujoncitos mientras escuchaba:
-jdiane-
-kneyme-
-Karime!!!-
Abrió los ojos de golpe y volteó a ver, Sus amigos estaban viéndola fijamente.
-el barco fue destruido- dijo Karina -somos libres!-
Se asomó a ver el mar, y veía como el humo y fuego arrasaban el navío, mientras se hundía.
-Que haremos ahora?- preguntó Karime.
-no sabemos, Santiago encontró un bote con cañas de pescar, quizás podríamos vivir de la pesca hasta que la guerra- Dijo Emilio.
Karime vio directamente  el mar, feliz.

2 AÑOS MÁS TARDE

Regresaban a la costa a vender pescado, exhaustos, caminaban lentamente en el camino de un pequeño pueblo,  más tarde, iban a su casa, un poco pequeña, pero perfecta. La guerra seguía sin Finalizar. No recibían ataques constantes, y cuando pasaba, todo el pueblo defendía.
-Oigan, tengo ganas de ir al mar a relajarme, ¿vienen?- dijo Santiago
-Claro, solo vamos a arreglarnos.-

Los cuatro caminaban por el pequeño sendero de Arena hasta el pequeño barco, Santiago iba un poco más adelante, caminando feliz, hasta que de pronto un estruendo sonó y Santiago Colapsó, los otros Tres corrieron a ayudarlo. Una bala se había incrustado en su pierna.
-Estamos bajo ataque?- preguntó Emilio desesperado.
-No se- dijo Karime. -¿donde esta Karina?- Volteó y vio a dos nazis secuestrando a Karina, Emilio corrió tras ellos, pero lo balancearon también en la pierna, Karime siguió, pero la bala que le dispararon le dio en la costilla, colapso, y antes de Desmayarse, recitó la siguiente palabra: Karina.

CONTINUARÁ...

La armada incomprendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora