Un Día de Locos

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 El chico nuevo era todo un caso

En su primer día de clases se la paso dormido la mayoría del tiempo, incluso en el almuerzo. El tutor lo había obligado a llevarlo a la enfermería, junto a la ayuda de su novio.

...

Mahiru estaba consternado ahora, desde que llego a la escuela las chicas cuchichean entre ellas

—Te lo digo, seguro y ya está muerto—su sangre se helo y ni bien supo la causa, Sakuya las detuvo interrogando de lo que hablaban—Hay un chico en la enfermería, dicen que esta desde ayer—

Sus pies lo traicionaron, sin pensarlo estaba fuera de la enfermería, donde un montón de chicas estaban fuera riendo y platicando entre ellas

"Tal vez se despierte si alguien lo besa"

Su sangre hirvió en furia sin comprender sus propios sentimientos ¿Acaso estaba celoso? Celoso ¿De qué precisamente? ¿Celoso de que ellas besaran al nuevo? O tal vez solo estaba molesto de la pereza que el chico nuevo podía mostrar

La enfermera llego sacando a todas las mujeres del pequeño lugar, miro ceñuda al chico dormido o quizá muerto cruzándose de brazos y acercándose con pasos molestos al inconsciente

Mahiru se había rehusado en marcharse y Sakuya se había negado en dejarle solo, así que si el castaño lo decidía podían por primera vez saltarse una clase

Algo que el castaño jamás se permitiría y solo por un desconocido, debía dar vuelta y volver por donde vino, porque definitivamente algo estaba mal ese día

Con él

Mahiru estaba mal, Mahiru no podía dejar de ver al chico dormido sin evitar que cierta melancolía se posara en él, como si le conociera de alguna parte, como si necesitara urgentemente estar cerca de él

Unos fuertes pasos le sacaron de sus pensamientos mirando hacia atrás casi con miedo, como si el peligro avanzara a paso seguro hacia él

—Debo huir—brinco ante las palabras del antes chico dormido, su cabello celeste despeinado y esa mirada cansada le hipnotizaron

—Tus ojos son rojos—hablo sin pensar, quedando prendado de la belleza inusual que era el chico, el Servamp se encogió de hombros

—Eso pasa cuando te drogas mucho—Kuro intentaba bromear, aunque eso fuera tan problemático, el castaño no pareció captarlo pues su ceño fruncido pareció afilarse más, palmeo su rostro pensando que eso no podía ser más molesto

—Tú—esa voz llena de furia contenida le hizo recordar el motivo por la que se había levantado, su cuarta hermana estaba parada en el umbral de la puerta, con sus brazos cruzados y esa mirada llena de "te asesinare lentamente"

Mahiru se estremeció lleno de miedo, Sakuya estaba detrás de la extraña y peligrosa mujer haciendo señas de "Nos vemos luego"

Su novio decidió dejarlo morir solo...oh Sakuya mas tarde pagarías por eso...si es que el castaño sobrevivía

La mujer de melena purpura avanzo con el enfado remarcado en sus pasos, la enfermera quien era conocida por ser temida estaba en una esquina queriéndose hacer una con la pared, Mahiru se hizo pequeño cuando tuvo la mirada afilada de la mujer encima de él

— ¿E-estas enojada?—pregunto sintiendo esa especia de Deja Vú, la mujer avanzo acercando peligrosamente su rostro al de él, sintió ganas de llorar o hacerse bolita en una esquina, hacerle compañía a la enfermera parecía tan buena idea

—En estos instantes yo podría decir que estoy furiosa—la voz afilada que salió de esa frágil y peligrosa figura le provoco trauma

La mujer miro hacia donde su hermano mayor estaba a mitad de cuerpo de la ventana, del segundo piso, Mahiru siguió su mirada congelándose en su lugar

Memorias confusasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora