Gato...

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"No te vayas...no me dejes" Mahiru simplemente podía ver la extraña silueta enfrente de él, donde la oscuridad cubría su identidad, miro a su alrededor, siendo consciente de que se encontraba en una habitación oscura que se extendía infinitamente.

Y el simplemente flotaba e inútilmente trataba de acercarse.

...El desesperado por acercarse mientras le suplicaba ¿Por qué quería saber quién era con tanta insistencia?

...Él llorando y corriendo tras la figura que decidía alejarse lentamente de él

Él llorando y corriendo tras la figura que decidía alejarse lentamente de él

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"Espera, por favor...no te vayas..."

— ¡Kuro!—

El castaño abrió los ojos de repente, su mano derecha estaba alzada como si hubiera intentado alcanzar algo, de sus ojos escurrían lágrimas, y él como todas las mañanas...no sabía la razón.

Se levantó siendo consciente de que no volvería a dormir, después de todo faltaba poco para que su alarma sonara

Sin prisas ni apuros se dirigió al baño, debía alistarse para la escuela, comer algo y marcharse.

...

A las 8:40 A.M comenzaban las clases, Shirota se levantaba desde las 6:00 por culpa de sus "pesadillas" y a las 8:00 estaba en la estación de tren, donde su novio y mejor amigo Sakuya Watanuki le esperaba o viceversa, si bien el viaje en tren no era tanto, si llegaban temprano no tendrían que preocuparse por llegar tarde ¿Es lo normal, no? En su interior sabía que no quería estar solo en el departamento, algo espeso y sin forma se esparcia por cada rincón, lo torturaba de alguna forma y a veces le costaba respirar, podía sentir el anhelo de algo desde su interior queriendo salir y darle la forma de un grito que no quería sacar.

Con Sakuya platicaban de tonterías que no importaban, le permitia tener un poco de paz en su día, las clases habían vuelto a comenzar desde una semana atrás y por lo menos se sentía aliviado,  Ryusei y Koyuki simplemente habían decidido estudiar en otro lado...les extrañaba, pero por lo menos se miraban de vez en cuando. Sin contar que estuvo con ellos en las vacaciones de Agosto.

—Oye Mahiru—detuvo su andar para mirar a su pareja, este parecía triste

— ¿Ocurre algo?—pregunto sin evitar que su tono de voz haya sonado preocupado, su amigo sonrió restándole importancia, se acercó a él para después despeinarlo

—Estaba pensando, la caminata que hacemos después de bajar el tren es de 10 minutos—paso su mano por la cintura del más bajo, atrayéndole a su cuerpo—Aun tenemos otros diez minutos antes de que comiencen las clases—lamio el lóbulo del chico, este se sonrojo alejándose

—No-no-no—sus nervios impidieron que hablara, la suave risa de Sakuya le tranquilizo lo suficiente como para acercarse y depositar un beso en los labios del más alto

Memorias confusasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora