Capítulo 3.

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Golpeó la puerta un poco ansioso cuando escuchó los pasos al otro lado de ésta, con una pequeña sonrisa instalada en sus labios, la cual desapareció en el momento en que no vio a la persona que esperaba ver, sus labios se separaron sin embargo no alcanzó a decir algo porque el grito del chico frente a él se lo impidió.

—¡Taemin-ah, te buscan! —vio al chico desaparecer de su campo de visión.

Escuchó pasos rápidos y vio al chico aparecer por un pasillo, inconscientemente sonrió otra vez al verlo con su cabello negro revuelto, su ropa estaba un poco desaliñada y a diferencia de muchas veces llevaba una camiseta blanca que le permitía ver con claridad su vientre correspondiente a los cinco meses de embarazo, porque durante ese mes que pasó se habían estado frecuentando, no era como que decidieron que así sería, sólo sucedía, porque luego de salir la cafetería en aquel día que se reencontraron después de tres meses desde que se conocieron, él lo acompañó al apartamento que ahora sabía era de su hermano, y días posteriores se vio regresando porque quería saber del chico, saber cómo estaba, si necesitaba algo, sin ser rechazado en ningún momento.

—Min Ho —le saludó, olvidándose que su hermano estaba en la sala de estar —¿Qué haces aquí?

—Vine a verte.

—Lo sé, pero con qué razón —se detuvo frente a Min Ho.

—¿Necesito una razón para hacerlo? —Acarició con su pulgar la mejilla del chico embarazado, inclinándose un poco, rozando sus labios.

—¡Taemin! —aquella voz los detuvo, haciendo que su atención se posara sobre el chico en la sala de estar, quien no parecía muy feliz de la escena de su hermano en la puerta.

—Ya entendí —respondió hacia su hermano.

Rodando los ojos y tomó la mano de Min Ho, halando hacia el interior del apartamento, lo guió por el pasillo que él mismo recorrió minutos atrás hasta que ingresaron en su habitación, cerró la puerta y después se dirigió a su cama, sentándose en el borde de ésta, viendo a su visita hacer lo mismo, sentarse junto a él, mientras se volvía a inclinar, besándolo, un beso lento, conteniendo más sentimientos de los que ellos podían expresar con palabras. Al separarse Min Ho se hincó frente a él, acariciando su vientre.

—Quería verte, saber cómo estaban.

—Nos vimos ayer.

—Pero hoy no.

—El día casi recién empieza.

—Son las nueve de la mañana así que esa es una gran mentira, él día empezó hacia mucho.

Taemin mordió su labio inferior conteniendo su sonrisa al ver a Min Ho sonriendo frente a él, la relación entre ellos era sencilla, no tenían nada formal, además de que llevaban muy poco tiempo de conocerse y frecuentarse, sólo fluían entre ellos, así como los besos se volvieron parte de su encuentro luego del primer beso.

Caminaban en un cómodo silencio, mientras Taemin frotaba sus manos intentando conseguir más calor en ellas a pesar de que tenía guantes sus manos continuaban estando frías, al menos no tenía que soportar más el frío de las calles ya que estaban por llegar a la puerta del apartamento en el que vivía.

—Taemin —su mano fue tomada en el momento que introdujo la llave en la cerradura, captando toda su atención, fueron segundos en los que le tomó reaccionar al sentir los labios sobre los de él, cerrando los ojos al sentirlos, perdiéndose en ese contacto.

—¡Taemin! —ni siquiera notaron cuando la puerta fue abierta, pero sí de aquel grito que venía desde el interior del apartamento, viendo a Hyuk Jae nada feliz, como si ellos estuvieran haciendo algo que fuera realmente malo.

Tal vez fue nuestro destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora