-Lo siento
-No es tu culpa, sé que me veo ridículo con estas tontas gafas
-Eso no es cierto- dije mientras fruncia mi ceño
-Lo dice media escuela
-Pues yo te digo que es una estupidez
-Me llamaste gafitas
-Lo sé, fui un idiota
-Lo fuiste
-¿Almuerzas conmigo?
-¿Me pondrás un apodo?
-¿Que? No, nunca, tu nombre es perfecto Ashy
Se sonrojó y me dejó allí, de nuevo.