Marcos.

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-Te vi por primera vez una infinidad de veces. Y tú no te diste cuenta de la forma en que te miraba...

-Benjamin Griss.


Me quedo mirando a Marcos, que me mira a los ojos muy profundamente. Yo frunzo el ceño; la verdad no sé qué le pasa, yo no le he hecho nada para que me hable o siquiera me mire de esa forma. Entiendo que puede que lo haga para molestarme, porque antes de que estuviera con Elliot era invisible, nadie me veía o me hablaba, y ahora soy el centro de atención por haber estado con él, pero eso no quita que me moleste que sea tan hipócrita.

- ¿Qué quieres? - Le digo bruscamente.

-  Sólo quiero hablar contigo, ¿por qué me tratas así? - Me dice con un falso tono suave.

Me quedo viendo sus ojos verdes y me pierdo en ellos, pero al instante sacudo la cabeza y me doy cuenta de que Marcos sigue tomándome del brazo; miro su mano y levanto una ceja. Él entiende mi mirada de "suéltame"  y me suelta, por lo que me doy la vuelta para seguir mi camino, pero el vuelve a tomarme del brazo lo que hace que me voltee bruscamente y choque contra su pecho; él me toma de la cintura y se pega a mi.

- Quiero que me respondas - Dice mirándome y cerca de mis labios. Dios esta muy cerca, y sus ojos son tan lindos...

- Sólo... sólo te trato así porque sé que me hablas para molestar a Elliot - Le digo con voz nerviosa y entrecortada.

- No lo hago para molestar a Elliot; en estos momentos en lo que menos pienso es en molestar a Elliot Nicky. ¿Qué no ves que me gustas, y que... y que me muero por besarte? - Yo abro mis ojos tanto que siento que se van a salir de sus cuencas; no puedo creer que me haga este tipo de confesiones - ¿No entiendes que cada vez que te tengo cerca no puedo controlarme? Crees que no te notaba, pero sólo yo te vi cuando nadie mas lo hacia.

Esas palabras me dejan estática. Marcos se acerca más y yo me pongo nerviosa, incluso mas de lo que ya estoy. Si eso es posible, claro está.

 - Yo... y-yo me tengo que ir - Le digo y me voy corriendo de inmediato.

Llego al salón de clases agitada, paso enseguida y me siento una fila mas atrás que la de Lucía, que me mira interrogante sobre lo que me pasa. Le hago una seña, diciéndole que luego le cuento. Ahora lo que me ronda en la cabeza son la palabras de Marcos.

Yo te vi cuando nadie mas lo hacía...


Bueno aquí esta otro capitulo; espero que les guste y siento la tardanza, sé que es corto, pero he estado muy ocupada.

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Perdonando a un playboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora