14. "¿A que estas jugando, Blair?"

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***

Tuve que decirles a Blake y Jace que me habían golpeado porque unas niñas estaban celosas de James, por supuesto que no involucre a Hanna en el asunto porque una parte de mi no quería que tuviera problemas con ellos. Aunque actualmente el tema de conversación era otro.

—No puedes, bajo ningún termino renunciaras a esa obra ¿Me oíste? —Odiaba cuando Jace se ponía autoritario, era demasiado molesto.

—Siempre te ha gustado actuar, no puedes mandar todo a la mierda solamente por un idiota.

—Ni siquiera puedo mirar a Simón. —Dije sacándome el hielo de ojo, Blake reprimió una risa.

—Como sea, no lo harás. Te ha gustado actuar desde que somos niños y ahora tienes una gran oportunidad, Blair.

—Supongo que puedo pensar mejor en ello.

Quería renunciar a la obra pero no seguiría discutiendo del asunto con los tercos de mis primos.

—Hablando de grandes oportunidades...—Jace se rasco la nuca, nervioso. —Entramos a un concurso de bandas.

— ¿En serio? ¡Dios, eso es increíble! ¿Y a quien tengo que golpear para que ganen?

—¿Tu? ¿Golpear? —Blake soltó una carcajada. —Pero mira como te han dejado.

—Espero que pierdan. —Ataque ofendida mientras cruzaba mis brazos sobre mis pechos.

—Dios no, ya estamos demasiado nerviosos... Sería una oportunidad increíble.

—Tranquilos solamente bromeaba, lo harán increíble. —Dije rodeando a Jace con mis brazos.

—Puedo abrazarme a mí mismo, no hay problema. —El tono sarcástico de Blake me hizo reír.

— ¿Quieren ver alguna película? —Ofreció Jace.

—Seguro ¿Cuáles tienen?

—Uhum. —Blake se acerco a una caja y comenzó a leer. —Un paseo para recordar, El club de los incomprendidos, Love, Rosie, Yo antes de ti...La última canción.

—Por Dios ¿Qué clase de primos tengo? —Bromee.

—Bueno pequeña B, son esas o alguna porno, tú eliges.

—Ahí están de nuevo, bueno creo que mi amor platónico es Sam Clafin asique...

— ¿Love, Rosie? Es que me gustaría darle a Lily Collins.

Ese era Blake, siendo Blake.

—Love, Rosie será.

No sé cuánto tiempo habíamos estado viendo películas, pero lo único que sé es que terminamos llorando como niñas chiquitas.

Como era de esperar, nos dormimos muy tarde y apenas descansé dos horas para ir al colegio. Tuve que maquillarme para disimular mi ojo morado.

¡Alabado sea el maquillaje!

Blake me llevo al colegio ya que el ni siquiera se había dormido, en el camino me repitió una y otra vez que lo llamara si algo andaba mal; Saldrían del trabajo para ir a buscarme. Le agradecí y camine con mis auriculares puestos hacia mi clase de teatro.

Respire profundamente y abrí la puerta, solamente el profesor Hoffman estaba ahí.

Era mi oportunidad.

—Maestro Hoffman, necesito hablar con usted.

— ¿Tiene problemas con la obra, señorita Sellers?

Prohibido besar a Cameron OlsenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora