Habra cadabra (yuri)

Capitulo 3

El equipo practicaba sin problemas, entusiasmados con el nuevo balón, claro que Rainbow aun no sabía que pensar sobre lo ocurrido. De por si aquellas chicas eran extrañas pero  aquello la había sorprendido demasiado, aunque quizás no sea nada, quizás se le había pasado algún balón bueno o... cualquier otra cosa.

Cualquier cosa coherente y que tuviera sentido en el mundo real.

Desde el salón era observada por una peli-rosa quien entre sus manos volaba una pequeña mariposa de luz, tras esta, sentadas sobre las mesas se encontraba Sunset Shimer y Rarity quienes la miraban y luego miraban en dirección a la chica multicolor.

—Y... ¿Nos explicarías que te llama tanto la atención de ella? —Pregunto Rarity ya agobiada por la duda, jamás había visto a la menor tan atenta con alguien, inclusive con su familia era muy timida— no le veo gran cosa

—No sé —Murmuro la chica mientras la mariposa se volvía chispas de luz color violeta las cuales se llevo el viento apoyando su cabeza en el marco de la ventana con mirada soñadora— Algo en ella me llama la atención, tiene algo... Pero no sé que

—Sera su gran estado de animo o quizás lo agradable que ha sido durante esta semana —Era notorio el sarcasmo en la voz de Sunset Shimer, la verdad las tres habían notado el desagrado que la deportista les tenía y tan solo fingían no  darse cuenta, aunque a veces no se le hacía fácil

—Creo... que hay algo más que solo eso —Encogiendo sus hombro las peli-rosa miro a sus amigas, ya que más que parientes, eran amigas— Algo que no muestra

—Fluttershy, querida —Susurro la peli-roja tomando el rostro de la menor— Recuerda que no es un animal asustado, es una chica, por lo que puede que no reaccione como tu quieras a tu ayuda

—Lo sé —Susurro mirando a la chica deportista, quién castigaba a un par de chicos que se estaban ocultando del entrenamiento, sus amigas tenían razón no era un animal pero su comportamiento la hacia recordar a uno asustado y herido, lo que sacaba su instinto protector.

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—¡Hey! Te mandaron esto de la biblioteca —Twilight mostraba un grupo de libros de primeros auxilios, los cuales dejo en el mesón donde Applejack le desocupo en tan solo unos segundos— Algunos tienen bastante tiempo y pueden que no estén en su mejor estado

—Gracias, ya necesitaba que llegaran —Agradeció observándolos, aquel año ambas amigas se habían ofrecido para hacer trabajos de medio tiempo por lo que una era ayudante en la biblioteca y la otra en enfermeria— Espero que sea parecido al trabajo de enfermería en la granja

Aquel año para ambas chicas se le había presentado problemas, a Twilight le habían quitado una beca por un error administrativo, por lo que pasaría un tiempo si saber si se la devolverían y Applejack tenía que ayudar en  su casa ya que una tormenta en fuera de fecha había arruinado más de la mitad de la cosecha. Por suerte en la Academia tenía actividades remuneradas, las cuales les permitían trabajar sin dejar de lado sus estudios.

Luego de ordenar los libros, Twilight se despidió de su amiga y volvió a la biblioteca, por la hora no había casi nadie al interior del  edificio y quienes se encontraban estaban en algún tipo de taller extra programático y no en la biblioteca, por lo se asusto cuando al ingresar a la biblioteca encontró a Sunset Shimer en el mostrador.

—¡Hey! —Saludo la chica con una coqueta sonrisa, aún no podía dejar de comparar sus cabellos con llamas sobre todo cuando este se movía junto a su dueña, era hipnotizante— Que alegría que estés aquí, pensé que no habría nadie y que había quedado encerrada hasta mañana

—Lo siento, había llevado unos libros a la enfermería —Se disculpo mientras se sentaba en su puesto tras el mostrador y cogía el libro que Sunset le entrego— "Mitos y leyendas del arte oscuro" —La chica alzó la mirada y observo a la mayor— No... No sabía que gustaras de estas cosas

—Es para un trabajo, al llegar a mediado de semestre debemos hacer informes para poder tener las notas que nos falta —Explico con tranquilidad, aunque su mirada jamás dejo la de Twiligh quién se sintió de alguna manera intimidada— ¿Twilight, tu podrías ayudarme con uno? Me he enterado que eres una gran alumna y quisiera pedir tu tutoria

—Si, claro ¿En qué te puedo ayudar? —Intento sonar normal mientras marcaba el libro en el sistema y luego le escribía la fecha de entrega, en cierta forma se sintió halagada, a pesar que aún no podía dejar de estar nerviosa, la mirada de aquella chica parecía penetrar su alma y querer conocer sus más profundos secretos

—Historia de Canterlot —A pesar de siempre verse segura, esta vez su sonrisa era con cierta vergüenza— Nunca he sido buena en historia, no la puedo entender

—Pues, no hay problema, cuando quieras nos podemos quedar a estudiar —Aseguro la menor ya más tranquila, al notar que la mayor no siempre estaba segura de si misma lo que la hacía sentir  más tranquila por alguna razón

—Gracias, eres perfecta —Y apoyándose sobre el mostrador, beso su mejilla para luego tomar el libro y alejarse— Gracias por todo linda —Se despidió mostrando su seguridad nuevamente— No vemos mañana

—¿He...? —Anonada vio alejarse a la mayor, no podía reaccionar, hasta que de pronto el calor subió a  sus mejillas ¡Eso había sido vergonzoso!

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—Al parecer Fluttershy no es la única traviesa —Murmuro la peli-morada apoyada contra la pared observando a su amiga, quién tan solo le dedico una coqueta  sonrisa— Son unos casos perdidos

—Como si fueras la señorita perfecta —Se burló la peli-roja caminando a su lado alejándose de la biblioteca

—No confío en ellos —Tan solo aclaro la mayor mientras sacaba un espejo y comenzaba a retocar su maquillaje— Estoy bien a la distancia que estamos

—Aburrida —Se quejo la mayor, aunque en el fondo sabía las razones de esta

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Una explosión fuerte fue lo último que vio junto con una brillante luz, estaba cansada y sus párpados comenzaron a cerrarse a pesar de no desearlo, su gente estaba en peligro y ella no podía hacer nada. Con lo poco de energía que le quedaba hizo lo que jamás se debe hacer, separar la materia de la energía vital, pero era la única forma de ayudar, su cuerpo ardió y luego todo desapareció.

Unos fríos pasos se acercaron y miraron a su alrededor, llevaba años en esta caza de brujas, toda su familia y por fin lo habían conseguido, de forma triunfal grito a los cielos haciendo que sus guerreros y los prisioneros prestaran atención, se sentía fuerte y poderoso, lo había logrado, ella había caído.

—¡La guardiana ha caído! —Su grito fue acompañado por el de victoria de sus compañeros y el notorio miedo y dolor de los prisioneros— Tras muchos años, por fin podremos eliminar a las malditas pestes de nuestro mundo

Por fin estaba dando frutos.

Por fin terminaría con todo ellos.

Por fin serían los dueños de este mundo.

Lejos de ahí, Luna hizo desaparecer sus alas y cayo rendida sobre el suelo, había quedado agotada pero por lo menos había podido lograr su cometido, cerrando los ojos se dejo llevar, esperando que algún día todo acabara.