Habra cadabra (yuri)

Capitulo 1

Cierta multicolor corría entre los pasillos molesta ya que se había quedado dormida y ahora llegaba tarde a clases, así que dando una brusca vuelta en la última esquina, abrió ruidosamente la puerta, hizo una exagerada reverencia mientras recuperaba el aliento.

-Lamento llegar tarde, no volverá a ocurrir...-Pero en vez de la voz de la profesora escucho las risas de sus compañeros y alzando la cabeza observo que aun estaban solo así que avergonzada se río y camino hasta donde sus amigas- Buenos días

-Buenas noche querrás decir -Dijo una chica rubia con una camisa a cuadros mientras le sonreía con burla, mientras imitaba la voz de su profesora de calculo, una de las mas estrictas

-Jajaja...-Rió con sarcasmos Rainbow antes de golpear juguetonamente el hombro de esta y luego sentarse a su lado- A todo esto, que ha pasado que aún no llega

-Creo que es por unas alumnas nuevas -Dijo Twilight levantando al fin la cara de su libro- Hablando de eso, me dijeron que son cercanas a Zecora, así que por favor no evita molestar con eso

-¿Zecora?-Pregunto desconcertada mientras la observaba ladeando la cabeza, ese nombre le sonaba-

-La profesora de agricultura -Le recordó Pinkie una chica de cabello rosado y esponjado mientras se colocaba un gorro y colocaba una expresión siniestra- La vidente de las plantas

-¡Ay! No --Se quejo con cierta molestia torcía el gesto- Otras locas no

Todos en la academia sabían el malestar que esta chica le tenía a la gente que creía en magia o cosas sobrenaturales, le encantaba mofarse de ellas y por eso también no había aprobado el taller extra escolar de agricultura, ya que la profesora Decora tenia una forma muy particular para enseñar, pero era muy distinto tratar con una profesora a la cual le tenia un mínimo de respeto, que con chicas de su edad.

Así que luego de una larga charla por parte de Twilight sobre respeto y que no molestara a sus nuevas compañeras ya que podría ser expulsada, por fin entro la señorita Luna anunciando la llegada de tres chicas nuevas, las cuales al entrar dejaron a todos sorprendidos. Precisamente no eran lo que esperaban.

La primera era un chica de cabello rosa pálido y tan largo que llegaba hasta sus rodillas, sus ojos eran de un suave color verde, tez blanca y delgada, su timidez y ternura desbordaba inclusive si no hubiera estado con un pequeño bolso de conejo. La segunda era un chica mas alta, de cabello bicolor rojo y amarillos, su expresión era mas fría pero coqueta, su cabello semi ondulado parecían llamas que se movían al compás de sus movimientos y su mirada era tan penetrante que dejaba a todos con la sensación de estar desnudos ante ella y por último entro una chica de tez pálida, cabello morado en ondas, su mirada era segura y con aires de superioridad a pesar de eso, tenía tal atractivo que dejaba a todos hipnotizados.

Todas parecían muy normales, nada de amuletos, nada de marcas o cosas así, pero aun así también destacaban con su sola presencia y eso molesto de cierta manera a Dash, ella siempre era el centro de atención, ella era la estrella de su curso, no dejaría que unas raritas le quitaran ese puesto.

-Bien clase -Murmuro la mujer de cabello azabache mientras señalaba a cada chica mientras decía sus nombres- Fluttershy, Sunset Shimer y Rarity son sus nuevas compañeras, vienen de la escuela Jackie School y entre ellas son primas lejanas, espero que cada una la trate con sumo cuidado y que sean buenos con ellas -Luego alzo la mirada hasta posarla en el grupo de Dash- Sobre todo tu Rainbow - Despues posos la mirada adelante de esta- Twilight alza la mano por favor -La chica obedecía y la mayor le sonrió- Twilight y Pinkie se ofrecieron a mostrarle el Instituto, vayan en el primer descanso para que no se pierdan

-Suena bien-sonrió Sunset de una manera coqueta y atrevida mientras miraba al grupo, haciendo a Twilight incomodarse y a Dash molestarse

- ¿Qué han hecho qué?! -Susurro con molestia la deportista mientras observaba a sus amigas ¿Cómo se les ocurría ofrecerse a acompañar a esas chicas? Dash no se acercaría a esas y que sus amigas lo hicieran era una alta traición- Traidoras

-No es para tanto -Murmuro Apple Jack empujando el hombro de su amiga-

Luego de que las tres la hubieran ubicado juntas al otro lado del grupo de Twilight, las clases transcurrieron sin sobre saltos, todos parecían admirados del nuevo grupo, era aplicadas en la materia, simpáticas y mas de alguna vez soltaban algún chiste para el curso, acabado los primeros bloques de clase, Dash estaba apestada, la sola mención de las nuevas le molestaban.

-T-Twilight...-Escucho por primera vez la suave voz de la peli-rosa que con mirada agachada las miraba apenada- E-Esperamos no ser una molestia ahora

-¡Claro que no! -Grito Pinkie atrapando a Fluttershy entre uno de sus abrazos antes de llamar a las otras dos con señas- Veamos el instituto y luego comamos juntas.

-Me agrada -Murmuro Sunset acercándose con el bolso en el hombro junto a Rarity- ya nos conocen ¿Ustedes son?

-Twilight, Applejack, Rainbow dash y... -Dijo la peli-rosa indicando a cada una y luego a si misma emocionada- ¡Pinkie Pie!

-Lindos nombres -Dijo Rarity viéndolas a cada una- Van bien con sus personalidades -Luego miro a Raibow- Aunque no entiendo porque la profesora te advirtió a ti Dash

-Por que odia a las chicas raras y creía que ustedes lo serian -Soltó Pinkie ante la vergüenza de sus amigas

-S-se refiere a qué... qué... le molesta no conocer las cosas y que no cree en cosas sobre naturales...-Murmuro Applejack mientras reía con nerviosismo- S-Solo eso

-Lastima -Murmuro Sunset Shimer con una coqueta sonrisa antes de mirar a sus primas- A nosotras nos encanta aprender cosas fuera de lo común, es mas divertido -Luego miro a Twilight- Pero bueno, vamos a conocer mejor

-Claro -murmuro Twilight saliendo de las primeras seguida de todas las demás y dejando a una Dash gruñendo por lo bajo, este no era su día

-"Nos encanta aprender cosas fuera de lo común..." - Imito la vos de Sunset Shimer cuando ya se había ido y miraba molesta por donde caminaron, aun no conocían bien a Rainbow Dash.

Y se arrepentirian de hacerlo.

****

Lejos de allí, un hombre entraba en una gran y fría oficina la cual, cerrada completamente dejaba a la vista una gran cantidad de cuadros grotescos de criaturas sobrenaturales, demonios y criaturas deformadas.

Acercándose a otra puerta, ingreso al baño y comenzó a desvestirse mostrando en su cuerpo una gran cantidad de cicatrices sobre todo en la parte de su espalda y sobre su pecho una vieja cicatríz en forma de cruz.

Cada marca, cada cicatriz la llevaba en recuerdo, cada una era una enseñanza inculcada por sus maestros, así jamás los olvidaría.

Todo por un bien mayor.

Ya se acercaba el momento, donde cada uno de sus arduos trabajos darían frutos, donde por fin conseguirían la victoria por lo que habían luchado hace tantas generaciones.

Y no había nadie que pudiera detenerlo.

Y eso lo demostraría en esos días.