Serás mía, pequeña

Capitulo 3: Miradas

Karol Brown

Llaman al siguiente protagonista y cuando dicen su nombre, me doy cuenta que el era la persona que faltaba, ya que su nombre no me es para nada familiar. Siento como Carolina me hace señas para que vaya hacia delante con ella. Yo en cambio la miro un poco confundida, aun así hago lo que me dice.

-¿Qué pasa? - Pregunto en voz baja.

-Él es el nuevo protagonista. - Dice señalando hacia él chico con su cabeza. - El director dijo que la mayoría de las escenas las harás con el y con Sebas, ya sabes...

-¿Estás segura?

En respuesta solo asiente y mira hacia adelante, yo la imito. Y entonces lo veo, noto como mis ojos se detienen y lo observan sin un atisbo de timidez.

Sus ojos oscuros me devuelven la mirada con tal intensidad, tanta que por un momento pierdo el hilo de lo que está pasando en la habitación. Cuando creo que ya es demasiado para mi cuerpo, una sonrisa se escapa de sus labios, una sonrisa dirigida hacia mí.

Paso saliva nerviosa y siento como mi sonrojo, de alguna forma me delata.

Mierda.

- Leonardo Smith, mi papel en la serie Santiago Mitchell.

Se hacen escuchar nuevamente los aplausos y yo muestro una pequeña sonrisa hacia él, pero de motivación, no se equivoquen... No tarda en venir el codazo por parte de Caroline.

-¡No te ha parado de mirar, ni un segundo! - Su voz está llena de emoción, sin embargo algo me dice que no por completo.

- Caroline, por dios...

-¿Ah no? - Me pregunta alzando las cejas.

-Carolina, solo a ti te pasan esas cosas por la cabeza. Cálmate un poco, me estas poniendo nerviosa.

-Karol, por favor... - Dice sonriente. - Ni siquiera tu le despegabas la mirada.

-¿Y eso que? - Pregunto. - Lo miraba solo porque quería escuchar lo que tenía que decir, eso es todo.

-¿Y si le gustas? Mira que no es mal partido..

- Pareces una niña de 4 años, lo sabes, ¿no? Además no creo.

-¿No crees qué? -Pregunta esta vez.

-No creo que yo pueda gustarle, ¿ya le viste la cara?

-¿Qué tiene su cara? - Indaga nuevamente.

-No sé siento que es agrandado, parece mujeriego.

-¿Leonardo? - Pregunta por milesima vez y yo ruedo los ojos.

-¿Sí estás bien? Dios mio es obvio que hablamos de él.

-Así que hablando del chico nuevo, ¿eh? - Una voz distinta entra en la conversación.

Caroline abre los ojos como platos y mira detrás de mi hombro.

Yo volteo, esperando que no sea lo que pienso.

Y sí señores, es lo que pienso.