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Ahora mismo me encontraba junto con Maggie y Deanna en el futuro huerto de Alexandria. Mientras ellas hablaban sobre qué cultivar, yo removia tierra.

- Claro, que la más joven remueva la tierra. Total tiene energía de sobra,¿no?.-dije sarcastica.

- Exacto.- dijo Maggie a lo que Deanna rió.

Pero las risas se vieron interrumpidas cuando el hombre que estaba vigilando cayó al suelo en llamas, literalmente. Tanto Maggie como yo desenfunadamos nuestras armas.

- Mia, vete de aquí.- ordena Maggie en voz baja para que, quien sea que nos estaba atacando, no escuchara.

- No, puedo ayudar.- digo en voz baja con seguridad.

- Puedes ayudar yéndote. Estaré más tranquila sabiendo que estas a salvo-espeta para, practicamente, comenzar a empujarme para que me comenzara a correr.

Entonces hice un plano mental del lugar. La casa de Carol era la mas cercana que tenía.

Sin pensarmelo dos veces corrí hacia ahí. En el recorrido pude ver a un hombre con una W en la frente desmenbrando a una mujer de Alexandria.

- Wolves.- es lo único que se me viene a la mente.

Se preguntaran, ¿cómo los conozco? Simple. Un par de meses después de que el apocalipsis acabara con el mundo, mis padres y yo formábamos parte de un pequeño campamento, hasta que estos locos psicopatas lo atacaron.

Me acerquo a él y una sonrisa macabra aparece en su sucio rostro al notar mi presencia. Comienza a correr hacia mí. Sin dudarlo, levanto mi arma y le disparo en la cabeza.

Me acerco a la mujer que el hombre estaba desmenbrando y reconozco su rostro. Es Molly, ella me agradaba.

Tomé mi cuchillo del estuche, se lo clavé en su cabeza y volví a mi carrera. Al llegar me di cuenta de que la puerta estaba cerrada. Busqué debajo del felpudo que estaba afuera y, ¡Bingo!, había una llave ahí. Al entrar me encontré con la punta de un rifle apuntándome.

- ¿Hola?.- saludé con el ceño fruncido.

- ¿Por qué no tocas?.- preguntó cerrando la puerta.

- Tenía una llave, no quería que ellos la tuvieran.- respondí.

- Ayudame a proteger a Judith.- pidió caminando a la sala. Lo seguí y se sentó en el medio de esta. Imité su acto y apoyeñé mi espalda en la suya, cubriendosela.

- Este lugar es demasiado grande para proteger.- hablé con pena.- Hay demasiado puntos ciegos. Así es como Enid logra salir, así es como ellos lograron entrar.

Sé que debo ser positiva con respecto a lo que está sucediendo, pero no puedo.

¿Cómo ser positiva cuando un grupo de desquiciados está asesinando cruelmente a todas las personas que habitan este lugar?

- Lograron entrar, y van a morir.-aseguró.

- Vi lo que hacen, están locos. Tengo miedo Carl.- susurré esto último.

Oímos un grito proveniente del exterior de la casa, el grito de Ron. De la forma más rápida que pude, me levanté del suelo y le arrebaté a Carl el rifle.

Abrí la puerta, sin pensar en las consecuencias.

Ron se encontraba tirado en el suelo, forcejando con un hombre que amenazaba con cortarle la garganta. Sin dudarlo le disparé en la pierna al hombre, liberando al rubio. Me acerqué a nuestro enemigo con la mirada mas amenazante que me salía, sin dejar de apuntarlo.

- Por favor, no me mates.- suplicó. Pero en un rápido movimiento, tomó la punta del rifle.

Me di cuenta que presione el gatillo cuando el forcejeo se detuvo.

- Entra a la casa, te protegeremos.- le dije a Ron.

- No. Debo encontrar a mi mamá, ver si está bien.- se excusó este para comenzar a correr.

Me metí en la casa y me senté en el sofá, con el arma en mano, esperando a que todo acabara, como una cobarde.

Alive- Carl Grimes [ Completa Y En Edición ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora