Parte 2 Vibrato

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-¿Y bien, hyung?¿Qué opinas del Sr. Mirada Sexy y Sonrisa Matadora Kwon?-preguntó el detective Kang a su compañero, una vez que habían devuelto uno de los coches a la central de policía y se habían dirigido a comer algo para reponer fuerzas.

-¿A qué te refieres?-preguntó el mayor, lanzándole una mirada penetrante a su compañero y llevándose un poco de jajangmyeon a la boca, con suficiente cuidado como para no mancharse el traje de oficina que llevaba puesto. Reprimió la pregunta de "¿Cuántos adjetivos más puedes poner antes del apellido Kwon?" que flotaba en su mente. Sabía que la personalidad de su compañero, en presencia de las personas con las que se sentía en confianza, era bastante juguetona y descarada. También sabía que el beta había encontrado atractivo a Kwon Jiyong y que estaba tratando de saber si su compañero opinaba lo mismo. Kang Daesung llevaba trabajando con él dos años, pero parecía como si llevaran conociéndose de toda la vida. El beta se había acoplado bastante bien al ritmo de trabajo de Seung, a su naturaleza a veces huraña, a veces burlona. A veces, por cómo se encargaba de que el alfa comiera, de que mantuviera en orden el papeleo que debía entregar en la oficina o simplemente de llevar en orden su vida diaria, Seung sentía que Daesung era el hyung ahí. Además, Dae había aprendido muy bien a identificar aquellas cosas que le agradaban o le desagradaban al policía. Y lo había logrado simplemente observándolo, puesto que Seung no era de los que soltaba información acerca de sí mismo tan fácilmente.

Como el castaño había descubierto, si Seung llegaba a comentar algo acerca de sí mismo, solía mentir sin una pizca de duda. Incluso podía decirle a cualquiera que se le pusiera en frente de la manera más seria posible que la luna era de queso y, si estaba de buen humor, podía tratar de convencer a ese cualquiera, con una serie de argumentos que parecían totalmente lógicos, la razón del por qué era obvio que la consistencia de la luna era similar a la del queso cheddar. Cuando Daesung le preguntó por qué solía mentir así, el detective lo había observado por un largo rato antes de contestar: "Sólo un verdadero mentiroso puede reconocer a otro." Y el beta lo entendió... Entendió por qué a sus 30 años Choi Seung Hyun era el detective estrella del departamento de Homicidios y Crímenes Violentos. Antes de que fuese asignado como compañero del alfa, el castaño había investigado la carrera del detective. Sabía que a pesar de sólo haber entrado al departamento 3 años antes que él, el alfa ya se había creado fama en su área de trabajo. Choi Seung Hyun había demostrado que tenía muchas habilidades para la lógica y la deducción, lo cual lo había llevado a descifrar algunos asesinatos que otros no habían podido resolver. Él podía encontrar el móvil de un asesino cuando parecía que nadie más podía lograrlo o incluso encontrar el arma con el que se había cometido un crimen y que nadie lograba hallar (Daesung nunca olvidaría cómo su hyung había logrado adivinar que la pistola con la que una beta había matado a su esposo se encontraba dentro de uno de los muñecos de peluche de uno de sus hijos). Pero no sólo eso, el detective era reconocido por ayudar a resolver el famoso caso de la serie de asesinatos que habían asolado a Seúl 3 años atrás, unos meses antes de que Daesung fuera asignado como compañero del detective Choi. El asesino, conocido por los periódicos como "El Amante del Río Han", asesinaba brutalmente a sus víctimas, todas mujeres que se dedicaban a la prostitución, después de violarlas cruelmente para luego abandonarlas en el río Han. Seung nunca hablaba de ese caso y su compañero nunca le hacía preguntas, porque sabía que era un tema delicado para él. Aquel caso era en el que había perdido a su anterior compañero de trabajo, Choi Dong Wook, un alfa que había sido salvajemente atacado por el "Amante del Río Han". Dong Wook no había muerto, pero había quedado parapléjico y había tenido que abandonar su carrera como detective. Daesung sospechaba que el alfa se sentía culpable por no haber podido evitar que su compañero fuera agredido. Sin embargo, nunca había encontrado el valor para preguntarle acerca de ello.

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