Capítulo 14: Miedo.

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Kuroko despertó aquella mañana, como todas las anteriores, entre los brazos de Akashi. Era una extraña rutina que seguían desde que ocurrió el incidente con Reo, era como si Akashi quisiera mantenerlo seguro entre sus brazos.

El pelirrojo siempre ocultaba la nariz entre sus celestes cabellos, lo olfateaba un poco y luego besaba su frente. Así empezaba un buen día para ellos. Aunque ese día fue algo diferente pues, Akashi, luego de besar su frente besó su vientre arrancándole un fuerte sonrojo a Tetsuya.

-Buenos días para ti también, bebé.

Desayunaron junto a su madre una deliciosa y saludable comida ya que debían cuidar de los bebés que venían. Akashi tomó su saco y su maletín, aunque no quisiera debía ir a trabajar y dejar a Kuroko en casa.

-Suerte en el trabajo, Akashi-kun -dijo el peli celeste al pie de la puerta, frente a Akashi. Tomó su rostro y depositó un pequeño beso en la boca de Akashi.

-Nos vemos más tarde, Tetsuya -dijo con una sonrisa en el rostro para luego subir a su auto e irse a trabajar.

Kuroko, por su parte, se fue a la sala. Se recostó en el sillón de tres personas -últimamente se sentía muy cansado- mientras observaba a su madre tejer, le estaba haciendo un suéter color azul a su bebé. Iba a tener un hermanito y ambos estaban muy emocionados por ello. Pensó que también sería bueno hacerle algo a su pequeño pero no sabía si sería niño o niña, además de que tampoco era muy bueno tejiendo.

-¿Crees que la hice muy grande? -dijo Kaoru mostrando la pieza.

-Quizás un poco... pero vele el lado bueno, le durará más tiempo.

-Tienes razón -ambos rieron ante eso para luego escuchar un alboroto fuera de la casa-. ¿Qué es eso?

-Quédate aquí, iré a ver.

-¡Tetsuya, espera! -gritó la mujer espantada.

Kuroko no salió solo se inclinó para ver fuera del ventanal. La escena que se encontró le dio un mal presentimiento, Kotaro estaba discutiendo con uno de los guardias que le impedían la entrada. ¿Qué ocurría? ¿Por qué el rubio estaba allí? ¿Cómo supo donde se encontraba?

-Es un conocido, madre. Déjame ver que quiere -dijo para luego salir sin escuchar las suplicas de su madre-. Hey -llamó al guardia que se volteó a verlo-, déjalo. Es un amigo -el enorme tipo se apartó solo un poco para dejar que el chico se acercara al extraño-. Kotaro-kun, ¿Qué haces aquí?

-Tú -dijo entre dientes, con la mandíbula temblorosa y los ojos empañados-. ¡Tú fuiste el causante de esto!

-¿De qué estás hablando?

-Reo-nee... él... -Kuroko llevó sus manos a su vientre como un acto de reflejo, escuchar el nombre de Reo le puso la piel de gallina-. Reo-nee intentó suicidarse porque lo abandonaste...

Kuroko no podía creer lo que escuchaba. No, eso no podía estar sucediendo. Su Reo, su amado, ¿quitándose la vida? No. No. Él no se alejó para que Reo muriera, lo hizo para que tuviera una vida pacífica sin temer por su vida.

-Dime que eso... eso es mentira...

-No lo es... lo encontramos... a tiempo... había perdido mucha sangre y... y casi no tenía pulso pero...

-Llévame con él -dijo presa del pánico, necesitaba verlo-. Llévame con Reo...

-Kuroko-sama -llamó el guardia pero Kuroko lo interrumpió.

-Llama a Kagami, dile que lo necesito urgentemente -el guardia no le refutó más y fue a buscar al pelirrojo. Kuroko se quedó allí, temblando frente a Kotaro, con una mano en su vientre y otra presionando su boca. Sentía tantas nauseas, tanto dolor, tanto enojo consigo mismo-. Perdóname... -susurró contra su palma.

I Don't Deserve You [Kuroko No Basket/Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora