The silver Wolf

El tiempo en una botella

Igual y Peter pudo haber salvado a su Padre él solo. De no haber sido por él, todos ya estarían muertos.  Lo que parecía una misión imposible, Peter lo convirtió en un juego, logrando sacar a Magneto del Pentágono en menos de media hora. 

    Logan no podía evitar sentise incómodo estando en un pequeño auto yendo a toda velocidad entre Magneto y Peter. Claro que en aquella línea de tiempo, ninguno de los dos sabían que Erick era el padre de Peter, ni que Peter y Logan tuvieron sexo, ni tampóco Logan tenía adamantium en todo su cuerpo, como la última vez en el futuro, en la que Peter tuvo que rogarle a su padre que no mandara a volar a Logan más allá del océano pacífico. 

   Peter hubiera preferido sencillamente ir corriendo para no enfrentar a Logan. Después de lo de anoche, se sentía sumamente avergonzado y tonto. No dejaba de odiarse por no pensar antes de actuar, de no haber pensado en que ese hombre jamás... sacudió su cabeza enojado. Casi podía sentir una corriente eléctrica por la cercanía con Logan en su costado. Fue entonces cuando lo vió.  

    -Oh dios, Logan, sangras- Dijo Pet levantando su camisa llena de sangre para encontrarse con sus costillas en perfecto estado. 

    Logan se encogió de hombros- Una bala perdida seguramente- Pet parecía sorprendido.

     -Él se regenera Peter- Dijo Charles rompiendo el silencio mientras que Erick apartaba incómodo la vista al ver como Peter tocaba las costillas de Lógan. Éste último se puso la camisa en su lugar, incómodo. 

    Peter percibía perfectamente la tensión en el auto y como Erick y Charles evitaban sus miradas. Peter vió la marca en el rostro que dejó el golpe de Charles en Erick- Así que, además de matar a Kenedi ¿Le fuiste infiel o qué pasó?- Preguntó en tono burlón y ambos mutantes de tosieron incómodos. 

    -Peter, por favor- Dijo Hank incómodo. Y Peter sonrrió al saber que Dió en el clavo. Logan también sonrrió, pensando como en el futuro en el que venía, aquellos dos eran inseparables, y aunque fue la culpa del profesor que Erick se enterara de lo de Peter, ya que, practicamente ellos dos compartían sus pensamientos todo el tiempo, fue gracias a él que no lo convirtió en una lata aplastada. 

   Llegaron al lujoso avión privado al atardecer. Mientras que Peter estaba ansioso de no volver a ver a Wolverine, éste otro sentía tristeza por tener que dejar al chico atrás. Por más que quisiera enfocarse  en ir a Paris, y salvar a Raven, para evitar el horrible futuro que les esperaba, no podía evitar pensar que, en ese futuro, Peter estaría vivo. ¿Y qué sería entonces? ¿Cómo no extrañar al tierno, joven y vivaz Peter de este tiempo?

    Hank, Erick y Charles subieron el avión y antes de que Logan los siguieran, éste llamo a Peter, antes de que desapareciera en una ráfaga plateada. 

    -Escucha hombre... en serio lamento...- Comenzó a decir Peter, pero Logan ya lo había tomado con una fuerza abrumadora de las caderas y la cabeza y lo había acercado a él, para besarle. Su beso era abrumador, salvaje y dominante. Su barba picaba su rostro y sus brazos se aferraban a él. Mientras Logan disfrutaba con nostalgia, el estómago de Peter dió un vuelco y su corazón comenzó a zumbar. En sentido literal, el corazón de Peter no latía, zumbaba, por su mutación. 

    Logan separó sus labios de los de Peter y este sintió como, por primera vez en mucho tiempo, sus piernas no le respondían. - Búscame en el futuro, Peter- Dijo Logan con su grave y áspera voz, tan cerca de Peter, estremeciéndolo de pies a cabeza. Luego subió a ese avión encaminándose a una misión suicida.