The silver Wolf

Todo parece haber sido en vano

     Logan volaba salvajemente por los aires  con decenas de pedazos de metal enterrados por todo su cuerpo. Podía sentir como sus órganos sanaban alrededor del metal y eso dolía como el demonio. Si volvía a ver a Magneto, lo cortaría en miles de pedazos. Y su mala suerte no terminaba ahí. Cayó en el enorme lago y eso solo podía significar algo: Pesadilla. 

    Logan no podía ahogarse, sus pulmones, su sangre y su cerebro sanaban cuando faltaba el oxígeno, pero solo el tiempo suficiente para volverse a sentir asfixiado cada pocos minutos,  en un desesperante bucle y no contaba con sus garras de adamantium para cortar el metal que atravesaba su cuerpo. Solo le quedaba esperar que el dolor lo despertara de nuevo frente a Kitty, en aquel horrible futuro lleno de Centinelas asesinos. 

    Cuando tocó el fondo del lago, logró verlo a través de la oscuridad. Una sombra plateada que se desplazaba como un misil por el agua, dejando un rastro de burbujas a su paso. Una fuerza invisible lo empujo hacia arriba,  haciendo que saltara hacia la superficie.  Soltó varios gemidos cada vez que sentía que le arrancaban los metales del cuerpo, y luego un enorme alivio al sentir su cuerpo sanar sin interrupciones. 

    Peter, quien tenía su cabello plateado empapado, así como toda su ropa, le daba cachetadas tratando que reaccionara - ¡Logan! ¡Logan! despierta, debemos irnos, ¡Logan!- Pero logan sentía como se desvanecía, y eso solo podía significar una cosa. Kitty lo estaba devolviendo al futuro. La voz de Peter se fue alejando cada vez más y más, hasta que desapareció. 

     Al abrir los ojos, Logan esperaba ver el techo de aquel templo en las montañas, o, en el mejor de los casos, el techo de madera fina de la mansion Xavier. Pero no, era una blanca e impecable habitación de hotel. Y ahí estaba Peter, viendo la televisión. Pero era el Peter joven, no el Peter del futuro. ¿Es que acaso no estaba ya de regreso? ¿Por qué seguía en el pasado? 

    -He, niño ¿Qué pas...-

   -Shh- Lo cayó él, con la mirada fija en el televisor, con los ojos turbios por la preocupación, y cuando Logan pudo enfocar, supo porqué. 

   En la antigua televisión, estaba Raven, o más bien Mystique, en su aspecto azul escamoso, apuntándole con un arma de plástico a Trask. Si le disparaba, el proyecto Centinela sería más fuerte que antes, y el futuro jamás sería restaurado. Pero ella dudaba, y conversaba con alguien que no parecía estar realmente ahí. Y se dió cuenta, el profesor era el que le hablaba, telepaticamente.  

   -Ella le disparó a Magneto. Ella ha salvado a todos- Dijo Peter.

   -Él está...-

   -No, él sigue con vida- 

    -Pero entonces...-

   -Shhh- Insistió Peter.

  -¡Sal de mi cabeza Charles!- Gritó Raven antes de un enorme momento de tensión, después del cuál, dejó caer el arma y salió caminando de ahí. Dejando verle a todo el mundo que Trask, era el verdadero peligro. Y que fue un mutante, quien detuvo a otro, y que los salvó a todos. Salvando el futuro. 

    Logan dió un salto de la cama alegre y aliviado, tomó a Peter de nuevo y lo beso, dejando a este confundido a un lado. -Lo hizo, niño, lo hizo- Se dijo.

   -Pero...- Pensó Logan- ¿Por qué sigo aquí?-

   -Bueno, tal vez aún debes hacer algo- Dijo Peter con una sonrisa pícara.