Bueno, profesor cañón, ¿se presentará ahora usted? – dijo con un tono de picardía. Y las chicas rieron.
Eso hizo que el sustituto se tuviera que aclarar la garganta. Le subió un rosado color a las mejillas que hizo que Catalina lo mirara, excitante.
- Por supuesto… me llamo Harry Styles y como ya sabrán, seré su profesor de música durante la ausencia de Pamela.
Catalina y April, bajaron juntas al patio, en la hora del desayuno. Catalina dio un bocado a la manzana.
- Chica, tienes que comer. – dijo April, abriendo su bocadillo y ofreciéndole un mordisco. – no puedes pasar con una manzana el resto del día.
- No gracias… - le rechazó el bocadillo – no tengo hambre.
- ¿Aún afectada por lo de Erik?
- Algo, pero no durará mucho. Ya me da igual, lo que haga.
- Cierto. Te tiene que dar igual lo que haga. Cambiando de tema… me han dado unas ganas de estudiar música… bueno, especifico, ¡mejor estudiar al profe de música! – un silbido, mirando hacia el cielo - ¿Has visto? Súper joven y súper guapo.
- Y súper bueno. – Añadió Catalina riéndose. – y ya veremos si es también súper simpático.
Es lo único que le falta para ser el mejor profesor y el más enrollado que he conocido.
- Igual te digo. Solo llevamos una hora con él y ya quiero que echen a Pamela para que Harry se quede permanente.
- Ojalá. A parte, ya me lleva aburriendo años la mujer esa. Siempre con su admiración por Beethoven, Mozart y la música clásica.
- Hey, hey - April le dio unos golpecitos en el estomago, mirando hacia el frente. - ¿Ese no es Erik con Helen? - Catalina se giró de golpe, hacia la dirección que miraba April. Y así era, su reciente ex novio, besándose ya con la de Segundo A.