Llegamos a la cabaña después de haber pasado una tarde increíblemente hermosa con Derek.
- Wow, es hermosa - Tenía bar, piscina temperada, jacuzzi, ¿qué más podía pedir?, a si, una cocina la cual Dereck había llenado de comida ayer, esto era perfecto.
-Que bueno que te guste, es toda nuestra cariño - Él me dedico una dulce sonrisa, ¿por qué era tan dura con él?, debería valorar más a quien tengo a mi lado.
-Me encanta - Me acerqué y le di un dulce y delicado beso en sus perfectos labios, si eran perfectos.
-Bueno ¿qué quieres hacer primero?
-¡Comer en el jacuzzi!
-Ve a ponerte tu traje de baño, ayer deje uno en el baño para ti, y yo prepararé la comida, ¿ tocino con huevos?
-Tocino con huevos - Dije en todo de afirmación y fui por el traje de baño, estaba nuevo, me sentí verdaderamente mal por haberlo rechazado ayer, él tenía todo listo, no debí pensar mal de él - ¡Estoy lista! - Enseguida Dereck aparto la vista de los huevos para mirarme.
-Eres hermosa
-Dereck los huevos
-¡Rayos! - volteo rápidamente - ¡Todo bien!, podrias llenar él jacuzzi mientras
-Si
Comimos, charlamos, bromeamos, nos besamos, jugamos, bebimos, rayos que no hicimos. Luego del jacuzzi ambos tomamos una ducha, nos vestimos con ropa cómoda y nos sentamos en la sala a ver televisión acurrucados, estaba un poco pasada de copas, pero aun tenía conciencia, es solo que mi cuerpo a veces no respondía a mi cerebro, todo iba perfecto hasta que se me ocurrió la maldita idea de que quería llegar más lejos, que estúpida.
-Dereck
-¿Si? - Él estaba acariciando mi cabello con ternura, no le dije ni una sola palabra, solo me senté arriba de él sensualmente, Dereck me miro extrañado, él sabía que yo no era de esas chicas - Mayu ¿qué? - pero no deje que dijera ni una palabra más y comencé a besarlo apasionadamente, él no se resistió, ¿por qué lo haría?, el pobre tenía hormonas y yo jamas lo había besado así, me separe de él para respirar, lo mire a los ojos y vi el brillo de emoción y excitación en ellos, tenía sus pupilas dilatadas y la respiración agitada, sentía como su amiguito se emocionaba en mi entrepierna, pero él aún me miraba con extrañesa, quise volver a besarlo pero me detuvo.
-Mayu...
-Vamos Dereck, no interrumpas, sabes que quieres - volví a besarlo, entre besos y mi respiración más agitada que nunca lo dije - Dereck hazme tuya.
-Mayu
-¿Qué sucede ahora?, ¿No es esto lo que querías?
-Mayu ¿de verdad?, ¿de verdad crees que yo te traje hasta aquí solo para esto? - Se veía un poco dolido
-Que te jodan - Malditos tragos, por eso jamás me emborracho - Si no quieres me vale.
-Cielos Mayu - en un solo movimiento cambió de posición, me tiro en él sillón y se puso sobre mi, si quería podía ser bastante sexy - No se trata de quererlo o no, maldición que si quiero, no sabes lo loco que me traes, pero no se trata de eso.
-Y ¿de que se trata entonces? - Con una voz juguetona y sexy, comencé a desabotonar mi camisa, él bajo su vista por unos instantes mientras yo seguía.
-Eres muy sexy - se mordió el labio y luego beso mi cuello
-¿Entonces si quieres? - esta pregunta lo hizo volver a la realidad, sacudió su cabeza y hizo un sonido de frustración.
-Mayu - se puso totalmente serio, hasta reguló su respiración - ¿Eres virgen?
-Al diablo -Lo empuje y me levante enojada, comencé a caminar por el pasillo al baño pero él me acorralo entre su cuerpo y la pared - Dejame.
- Contestame - no apartó sus ojos de los míos, al no recibir respuesta apretó más su cuerpo al mío - Mayu - su voz era firme.
-Si - Dije bajando la vista
-Lo sabía
-Pero y eso ¿qué?
-Princesa, yo si quiero, quiero mucho, y solo lo haré si me respondes esto
-¿A que te refieres?
-Mayu ¿tú me amas? - Y ahí estaba, sin saber que responder, él sabía la respusta, yo sabía la respuesta, pero no quería decirlo - ¡Respondeme!
-No
-Entonces no lo haré, abotona tu camisa y olvidemos esto - yo solo obedecí, sabía que lo había lastimado, de nuevo, él volvió al sillón sin decir ni una palabra, yo me fui al baño lavé mi cara, me dolía la cebaza gracias al alcohol en mi cuerpo y yo no estaba acostumbrada, salí y Derek estaba dormido en el sillon me acosté junto a él y dormí, quizá ahora no lo amaba pero si lo quería mucho, y podía llegar a amarlo.