- Qué pasa hija? Tienes una cara...
-No pasa nada - desconcertada, esa era mi cara - me voy a mi habitación, tengo cosas que hacer
-Buen día
Salí de la cocina y me fui a la biblioteca, si la casa tenía una biblioteca enorme, llena de libros y siempre vacía, nadie se encontraba nunca ahí, antes era el lugar favorito de Marck, ahora que está enfermo, esta habitación quedo solitaria, había tanto silencio, me sentía en paz, toque mis labios, donde hace unos minutos estaban los de mi Ed, mi hermano; no, mi hermanastro; no, porqué le sigo llamando así, ya no puedo, Dios me estoy volviendo loca, me gustó tanto su tacto en mis piernas, en mi espalda.
Entre tantos pensamientos me dormí.
Pov Ed
-Jessica, no puedo salir de compras hoy, estoy muy ocupado
-Siempre estás muy ocupado
-Así es mi vida, si no te gusta puedes irte, sabes muy bien la situación de nuestra relación
-Vamos amorcito no seas así
-Soy como soy, si no aprendes a comportarte esto se acaba, sabes que está relación nunca me benefició y yo nunca estuve de acuerdo con eso, esto es lo que quería mi padre, déjame en paz
-Eres muy duro, se que no me quieres pero no es necesario ser tan hiriente
-Acostúmbrate, si quieres casarte conmigo así será tu vida
-Pues entonces no quiero
-Saber perfectamente que lo puedes evitar, tú tienes el control, ve con la prensa y di que terminaste con nuestro compromiso porque las cosas se complicaron
- Lo pensaré
-No me dejes más en este infierno
-Te parezco tan mala, nunca me diste una oportunidad
-Claro que te las di, pero aún piensas que por ser linda tienes el control de todo, estás equivocada
-Sabes que tengo el control de todo, estás amarrado a mi y si yo pienso continuar estarás amarrado a mi para siempre
-Puedo hacerte sentir que tienes el control, eres desagradable, y por eso nunca te toque y nunca te tocaré, hambrienta de dinero, dinero que es mío y nunca te daré aunque seas mi esposa, tendrás límites, si quieres dinero puedes conseguir a alguien más
-Lo pensare, te prometo que buscaré en otros lados
-Adiós.
-Adiós amorcito lindo
Que mujer más desagradable, no puedo un segundo más con esta relación, nunca podré estar en una relación, no mientras este Mayu tan cerca, por alguna razón desde que volví, se me hace incontrolable mi cuerpo, mis ganas de tocarla, ya no puedo verla como una hermana, no es la misma chica, mis celos son incontrolables, no puedo dejar que tenga novio, menos a Dereck, mi amigo de infancia, mi ex amigo, se que es más guapo más joven, con mejor cuerpo, más divertido, con menos responsabilidades; no es un mal partido, de hecho es un muy buen partido.
Hoy en la cocina, no pude contenerme y cuando se enoja solo me dan ganas de besarla. Este no soy yo. Ojalá nunca hubiera llegado su madre, quizá abría llegado más lejos con ella, se que no está bien, pero ella tampoco de rechaza, y si lo hiciera, no lo aguantaría, me rompería el corazón, la necesito.
Estaba tirado en mi casa con todos estos pensamientos, necesitaba paz, la necesitaba a ella. En busca de esa paz me dirigí a la habitación más apartada y solitaria de la casa, la biblioteca al entrar estaba ella ahí, durmiendo en el sofá de espaldas a mi, camine despacio y cuando estaba detrás de ella, su celular sonó, me sobresalté al igual que ella, se despertó de golpe sin notar mi presencia, torpemente tomo el celular y contesto. Me quede parado escuchando su llamada.
-Hola? - dijo ella adormilada.
-Si estaba durmiendo
-No te preocupes está bien - arreglo su cabello con delicadeza
-Ahora? - Tenía tantas ganas de saber con quién hablaba, no quería admitirlo pero lo sabía.
-Dereck, no creo que sea un buen momento
-No es eso amor - Amor?, escuchar esa palabra en su boca dirigiéndose a otro hombre me hicieron arder, sentía mi cuerpo caliente de ira, tome su celular y corte, ella me miró asustada, no sabía que estaba ahí, y así nos quedamos, mirándonos, volvió a sonar el celular, lo apague y lo arrojé al otro sillón, me miró enojada, se levantó de golpe y se puso frente a mi, roja, sonrojada?, no lo creo estaba furiosa.
-QUÉ HACES IDIOTA, ES MI TELÉFONO!
-A quién llamas tú amor? - me sorprendió mi calma
-Qué?
-No puedes llamar a nadie así
-IDIOTA! ERES IDIOTA, SAL DE AQUÍ, DÉJAME EN PAZ, NO QUIERO VERTE
-No puedo, no puedo dejarte, no puedo dejar que llame a alguien más amor, no puedo Mayu - intente tocarla pero se movió más rápido un paso atrás mío
-No me toques
-Tampoco puedo hacer eso, necesito tocarte - le tome el brazo y la acerque, la tome por la cintura y antes que pudiera decir o hacer algo la lleve a el escritorio más cerca la senté arriba así quedaba a mi altura, me hice paso entre sus piernas, sus lindas piernas, para quedar más cerca y la bese, la bese con desesperación, con deseo, sabía que nadie por podría interrumpir ahí, toque sus piernas, eran tan suaves, y sentí como ella despeinaba mi cabello, me volvía loco, comencé a subir su vestido para tocar sus muslos, pero me detuvo, tomo mi mano dejo de besarme y me miró.
-Ed no, esto no está bien - bajo su mirada avergonzada, tome su barbilla y la hice mirarme
-No estamos haciendo nada malo
-Eso no es verdad, no debemos, somos - no la deje terminar de hablar
-No lo digas, no lo somos, no somos hermanos nunca lo hemos sido, y nunca lo seremos
-Ed, tienes prometida, y yo tengo novio, no puedo seguir con esto, no puedo enamorarme de ti, te va a casar y me quedaré sola
-No te quedarás sola, nunca te dejaré sola
-No puedo seguir con esto - Se levantó y corrió a la salida, me quedé mirándola dolido, incrédulo, me acaba de rechazar, rechazo mis caricias y mis besos, rechazo mi amor, en fin me rechazo a mi, me senté en el mismo sofá donde estaba ella hace unos minutos durmiendo, y me dormí.