El día tiene 24 horas. Entre 8 o 10 las empleamos en dormir y descansar, otras 7 para ir a nuestros trabajos o a estudiar, y luego en casa 2 o más para seguir haciendo lo que nos han obligado. ¿Que nos queda? Si el tiempo que nos queda libre estamos exhaustos por todo lo que hemos tenido que hacer. Tarde o temprano a todo el mundo nos llega nuestra hora, y después de todo pensarás ¿Ahora que? Yo quiero llegar a viejo sabiendo que he vivido plenamente, saber que he hecho de mi vida una aventura. Algunos ya nos son jóvenes, y han vivido todo lo que tenían que vivir, y muchos de ellos saben que no han aprovechado su tiempo como quisieran. Tengo 17 años, me queda una larga vida por delante y yo soy el dueño de mi tiempo, y yo decidiré que hacer con él. Viviré como si fuera el último día en este mundo. Voy a amar, a querer, a despreocuparme, a disfrutar de mi gente, mi familia, me arrepentiré, me equivocaré... Pero voy a tener que contar la historia de mi vida con entusiasmo, haré todo lo que me apasiona mejorando y aprendiendo de las experiencias. ¡Viajaré por todo el mundo! Tantas cosas en mente... pero imprescindiblemente, voy a vivir el presente, minuto a minuto, ni me anclaré en el pasado ni me preocuparé excedidamente del futuro. Somos el tiempo que nos queda.