← Encantada De Conocerte →

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— Amor...

— Edgar perdón por no contestar...

— Amor...

— Tenia el celular en silencio y estaba tomando una ducha...

— ¡Deyanira!. — Grito a través de la linea.

— Mande.. Perdón.

— Tranquila mi amor. — Suspiró —te entiendo &  perdón por alterarte, no debí llamar tantas veces.

— No te preocupes, es solo que me sentí mal por no poner atención ah que tratabas de comunicarte.

— Valió la pena hacer todas esas llamadas y que me las devolvieras.. Ahora estamos hablando.

— Me importas mucho Edgar.

— Y tu a mi Deyanira.. ¿como estas?, ¿como te la estas pasando con ese par de maricas?.

— Ay amor. — Reí — La he pasado bien, al llegar discutieron y me enoje pero después pidieron disculpas.

— ¿Ya cenaste cariño?.

— Si, hace ratos.

— ¿Y los tontos?.

— No lo se, fueron a ver una película oh algo a si, creo que se perdieron & yo, bueno.. Estoy sentada en el pasillo de las habitaciones del hotel.

— ¿Y eso princesa?.

— Salí & olvide las llaves dentro, la puerta tiene seguridad a si que se ha cerrado.

— ¿Ya fuiste por ayuda?.

— Iba a ir a penas pero llego tu llamada y he decidido quedarme sentada a fuera un rato.

— Pero princesa...

— No te preocupes, no tengo problema.. En serio amor.

— Esta bien amor.

— Te hecho de menos Edgar.

— Y yo a ti Deyanira.

— Me encantaría que estuvieras aquí & que durmieras a mi lado.

— Puedo ir si a si lo quieres.

— Me encantaría.. Pero no puedes dejar a tu mamá por mi, ni tu trabajo mi amor.

— Olvidaba eso, pero es cierto.. Lo siento.

— Tengo tantas ganas de que se acabe la semana para poder abrazarte.

— Tengo tantos planes para cuando regreses, por cierto amor.. ¿iras conmigo a Dallas?, ¿cierto?.

— Olvidaba que me habías pedido que fuera contigo, no lo he platicado con mis padres pero lo mas probable es que me digan que si amor.

— Esta bien princesa, quiero viajar contigo a muchos lugares & crear momentos juntos, hacer lindos recuerdos que les contaremos a nuestros hijos.

—¿Nuestros hijos?.

— Si amor, nuestros hijos, tu te casarás conmigo, quieras o no. — Soltó una pequeña risa la cual para mi era como mi "aliento de vida".

— Eres un amor.

— Soy tu amor.

— Solo mio.

— Siempre tuyo.. Lo prometo.

— Edgar.

— Dime.

— Esto sonara feo pero, por favor, no prometas cosas que no vas a cumplir.

— ¿Por que dices eso Deyanira?.