Cuando estamos solas

No es digno de mi realeza

YulSic

En el camino al comedor donde se supone que comeríamos, Yuri me desvió para meternos en un estrecho armario de limpieza, no era lo mejor para un beso candente, pero todo cambio cuando sus manos se colaban por mí, debajo de mi ropa apretando suavemente mis glúteos compartiendo sincronía con sus dientes mordiendo con poca hambre mis labios.

-Nunca dije que podíamos comer.-Yo jadeaba y respiraba con dificultad, mientras ella simplemente le parecía un comentario más con sarcasmo en doble sentido.-O al menos yo...-Mis brazos rodeaban su cuello y al tratar estar de la altura me hallaba en puntitas, nuestras frentes juntas donde mi mirada competía con la suya llena de lujuria, con una de sus manos alzo mi blusa dejando al descubierto mi abdomen, paso las yemas de su gélida mano por el lentamente de arriba a abajo y viceversa.-Me apeteces tú, esta piel que se me hace agua a la boca.

-Yuri-ah~-Se me escapo un gemido que la hizo sonreír como una completa crédula derrochando egoísmo de victoria al saber lo que me causaba.

-Felicidades al chef.-Se agacho a pesar de las dificultades para lamer esa parte de mi cuerpo además de morder un costado libremente, cuando decidía subir de nuevo llevaba a su paso mi blusa lisa, sacándola completamente no le dio importancia igual dejar mis pechos al aire, lamio su dedo índice pasándolo en caricias circulares por mis pezones, mordía el labio inferior de mi boca tratando de esconder aquellos gemidos pidiendo más y que me penetrara de una maldita vez.

-Yo...

-Lo sé, lo sé......está tan lista.-Beso mis labios despacio.-Más de lo que deberías.-sus labios ocuparon el lugar de sus dedos para estos ocuparlos en lo que deseaba, mano libre rodeaba mi cintura en apoyo a la envestida bestial que me estaba dando.