Tranquilas, nadie las vigila.

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SooSun

Seguro que tendría que pagar por algunas cosas rotas desde cuando Soo abrió y cerró la puerta tan bruscamente conmigo cargada mientras me besaba paseando su lengua sin pudor alguno por mi boca chocando ambas lenguas lujuriosamente, sentía a cada espasmo que me provocaban sus caricias como los botones eran presionados sobre la mesa de vigilancia que se le ocurrió tomar para tomarme, me importaba poco el si nuestras compañeras notaron nuestra huida de su lado, aquella comida termino siendo un pretexto para ir cada quien por su lado y divertirse un poco, relajándonos con un algo de sexo salvaje; su rodilla en mi entrepierna mojando cada vez más mi short, su boca aun junto a la mía, su mano con poca fuerza estrujando mi seno haciendo desearla más.

-Mis dedos son largos, ¿Ya lo había mencionado?-Susurraba para mí con una sonrisa engreída, pude notar como su mano descendía para meterse debajo de mi blusa después el sostén y tocar mi pecho desnudo.

-N-No......e-es......m-momento de alardear S-Soo...

-¿Quieres probarlos?-Un fuerte estrujón me propino mientras me miraba mordiendo su labio sexymente.

-¡Sí!-Me arquee, formo una sonrisa ancha bajando aquella mano traviesa mientras seguí sosteniendo el contacto visual.

-La verdad no sé si estas lista...-Su puchero la hacía ver inocente, jugaba con la orilla del short, deliberando si bajarlo o no.

-¡Maldita sea Soo!-Escuche su risa.

-Con cariño por favor.-No note que su rostro ahora estaba muy cerca del mío, beso mi nariz.

-Por favor...-Jadee-Hazlo......

-Está bien.-Se puso de rodillas para sacar la prenda por completo, abrir mis piernas y desde mi talón derecho sentí subir con su lengua hasta mi ingle, besar mis labios terminando por secarme con su lengua, tomando todo mi jugo. El juego no termino de esa manera cuando siguió su recorrido por el abdomen levantando la blusa saboreando lo que dejaba alcanzar, se detuvo repentinamente, mi cabeza se elevó para mirarla algo cansada, estaba sentada, palmeo sus piernas, mis ojos se agrandaron.

-¿Qué?

-Siéntate.-Volvía a hacer el gesto con un puchero lindo.

Obedecí sin más, el truco era en que sus dedos iban entrando conforme trata de sentarme sobre ella, trate de sostenerme tomando fuertemente sus hombros.

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Yoona...

-¿Quién necesita a una chica cuando existe el porno?-Esta se encontraba en el baño consolándose a sí misma.

Cuando estamos solasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora