Capítulo 2

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Demasiadas cosas en poco tiempo, la mente de Stiles trabajaba a toda marcha buscando maneras de solucionar el problema que había, que no era poco.

Ni siquiera supo como se había librado de su padre cuando lo vio con esas pintas en el hospital, ni como acabo conduciendo el coche de Jackson, bueno, eso lo había disfrutado.

Y lo que acabó por alterarlo del todo fue ver la situación donde su amigo estaba. Scot y Derek de pie, mirando serios a Peter mientras Chris y Allison estaban en el suelo.

-Scot, si de verdad quieres proteger a tu novia hazme caso -se escuchó de los labios del psicópata.

-¡Scot! -lo llamó Stiles, preocupado.

-Sabes, tu buscas protegerla a ella, ¿pero sabes quien quiere protegerte? -sonrió cínico, provocando que el latino mirara a Stiles- así es, veo que algo de inteligencia tienes.

Scot gruñó claramente molesto, pero la situación le vencía y eso lo sabía Derek, tenían que terminar con la vida de su tío lo más rápido posible si querían seguir vivos. Stiles fue a acercarse a ellos pero un gruñido por parte de Peter, cosa que sorprendió a los otros, lo detuvo.

-Tu, pequeño, te quedaras fuera de esto -entrecerró los ojos, observándole- retrocede -ordenó y Stiles, sin quererlo, cumplió.

-¿Qué le has hecho? -Scot lo amenazó con sus garras y dientes pero solo provocó la risa en el otro.

-Tienes que ayudarme -habló Derek, mirando a su tío con claro odio.

Y todo pasó muy rápido, Peter en su forma de Alpha, Derek y Scot peleando contra el y Jackson lanzando aquella botella que envolvió en llamas al enemigo y Stiles solo pudo observar atónito lo sucedido. Se sentía inquieto, algo le molestaba por dentro, una incomodidad surgía en el.

Pero de ir rápido pareció ralentizarse de golpe al ver a Derek sobre Peter, con claras intenciones de matarlo.

-Espera Derek, no lo puedes matar, me prometiste que volvería a la normalidad -reclamó Scot- Derek, espera -el otro alzó sus garras.

-¡No! -el grito de Stiles resonó mientras la garra bajaba a gran velocidad.

-Ahora yo soy el alpha- dijo Hale, mostrando sus ojos ahora rojos.

Stiles calló de rodillas, con un grito ahogado de dolor que más pareció un aullido, el lugar donde Peter había mordido por segunda vez ardía provocandole un gran dolor al menor que si no fuera por Scot habría acabado del todo en el suelo cuando se desmayó.

Aquello llamó la atención de Derek quien se acercó a los dos amigos, mirando con cierta curiosidad al desmallado. Aunque la forma en la que la camisa estaba manchada de sangre le dio la respuesta, una que no le gustaba nada.

-Mátalo -ordenó el nuevo alpha- Scot mátalo ahora mismo.

-¿Qué, estas loco? Ni pensarlo -abrazó más el cuerpo desmayado, protegiéndolo.

-Si no lo haces será el quien nos mate, le ha mordido dos veces, dos -anunció con cierta alarma en la voz, pero el latino no sabía que significaba eso.

-No me importa eso y no lo pienso matar -luego le gruñó- ni tu tampoco le tocaras un maldito pelo.

Y antes de que el otro hablara Scot levantó a Stiles y se fue del lugar junto con los demás, dejando a Derek gruñendo mientras se acercaba al muerto.

-¿Qué demonios hiciste, Peter? -maldijo en voz baja.

(...)

Desde aquel suceso habían pasado ya casi tres semana donde los dos mejores amigos se ayudaban entre ellos para aprender a controlarse. Para estar solo los dos se las apañaron bien gracias a las investigaciones de Stiles aunque Scot, como siempre, andaba más distraído que otra cosa por lo que avanzar en su auto-aprendizaje era difícil.

Stiles maldecía por décima vez a su amigo, quien no parecía querer aparecer esa tarde en su casa. El hecho de que se viera a escondidas con su novia había complicado las cosas, eso y un nuevo ser sobrenatural. El castaño maldijo su suerte, entre la nueva manada de Derek, y el Kanima ya no sabía si pegarse un tiro o que... aunque siendo un hombre lobo sería difícil morir así.

Por lo menos mañana sería el cumpleaños de Lydia, la pelirroja que hasta hacía poco había amado, no niega que aun siga sintiendo algo, pero ya estaba algo cansado de ese amor unilateral. Se sentía emocionado, tal vez incluso demasiado.

Llegada la hora llamó al timbre de la casa y, aunque tuvo problemas para entrar por el regalo, se dio cuenta de lo vacío que estaba aquello. Y se preocupó, miró a su amigo durante unos segundos.

-Puedo llamar a algunos amigos que conocí los otros días -propuso el de ojos miel.

-Usaré mi condición de co-capitan, a ver que puedo hacer -y ambos comenzaron con los mensajes y llamadas.

Por suerte a la gente de su instituto les gustaba demasiado las fiestas, pero para su mala suerte a la hora les pasaba algo, la gente comenzó a tener alucinaciones. Incluso Stiles y Scot, a pesar de su condición; y encima, Lydia había desaparecido.

Y encima, Stiles de repente se puso serio y se fue.

(...)

En la derrumbada mansión Hale, Lydia arrastraba a un aturdido Derek al cual había envenenado.

-Lydia, no lo hagas -habló como pudo.

Pero la pelirroja no le escuchaba. Tras colocar el brazo de este entre los dedos del cadáver enterrado bajo las tablas del suelo se acercó a unos espejos justo cuando Stiles entraba por la puerta. Ambos se miraron.

-Parad -ordenó el moribundo alpha.

Pero Lydia giró el espejo, haciendo que la luz de la luna empezara a revotar hasta dar de lleno en agujero. Derek gruñó con fuerza de dolor antes de que las tablas salieran volando, mostrando a un revivido Peter.

-Ahora, mi pequeño -estiro el brazo y el castaño le dio la mano, dejándose guiar- ya sabes lo que tienes que hacer -murmuró.

Y Stiles le mordió, con lentitud haciendo de aquello algo más agradable para el otro. Se relamió una vez liberó la carne ajena y fue cuando pareció reaccionar, parpadeó varias veces y se alejó de Peter quien sonreía con malicia.

-Siempre hay que tener una copia de seguridad -le dijo a su sobrino el mayor, acercándose a él mientras Lydia se desmallaba.

Antes de que se golpeara la cabeza Stiles agarró a la pelirroja, mirando a Peter con odio y gruñidos, solo para llevarse una mala mirada de Peter y soltar un quejido.

-Y esto solo acaba de empezar.



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Espero que les este gustando la historia.

Bite me slowlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora