Saphael: Más humano, menos monstruo

Noche de Subterráneos (más un Nefilim)

— ¿Cómo le van a Samuel en el Dumort?— Magnus preguntó casualmente — ¿Se está adaptando bien a no poder jamás salir al sol y ser un alma condenada—

Raphael se encontraba arrodillado en el suelo del apartamento de Magnus, trapo en mano, había baba e icor de demonio por todo el lugar, ambos trataban infructuosamente de limpiar el desastre.

— ¿Quién es Samuel? — soltó Raphael en un tono indiferente.

Magnus le había pedido su ayuda en una invocación demoníaca que se salió de control. Normalmente habría colgado la llamada en cuanto escuchara las palabras "problema" y "ayuda" viniendo de Magnus pero dada la situación en el hotel respondió gustoso el llamado.

Magnus Bane era el Brujo Mayor de Nueva York, un subterráneo de gran poder y siglos de sabiduría o eso decían todos. Para Raphael, Magnus era un inepto, ególatra, vanidoso y poco confiable hechicero con atuendos ridículos.

— Ya sabes, el chico de gafas, mal guardarropa y bastante parlanchín — Magnus hizo un gesto despectivo con los dedos cargados de anillos— El ex-mundi amigo de Clary que Camille tuvo la gentileza de dejar a tu cuidado.

— ¿Simon? ¿Por qué me preguntas por él? No soy su niñera, mi deber no es observalo día y noche. Si tratas de insinuar que me la pasó pegado...

— ¿Estamos un poco exaltados, hoy, eh?—se burló Magnus de la explosión por parte del vampiro.

— No sé a qué te refieres — Raphael se levantó del piso y recargo su cuerpo en un armario con una actitud fingidamente despreocupada.

— Pues no me hagas mucho caso pero has estado actuando raro desde que llegaste— Magnus dejó de lado la labores de limpieza que había estado fingiendo hacer y centro su gatuna mirada en Raphael. Los ojos verdes-dorado examinando detenidamente al más joven.

— No es verdad— declaró el vampiro retando con la mirada al Brujo.

— Si, si lo es. Admítelo Rafe— dijo Magnus dramáticamente — Desde que llegaste al apartamento no has dicho ni media palabra, te comportas como un robot y ni siquiera te has quejado por tener que limpiar babas de un Behemoth ¡Ni una sola vez! — Exclamó Magnus — ¿Cuando en todos estos años has permanecido sin quejarte cuando estoy presente? No es normal en ti — Magnus entre cerraba los ojos mientras veía detenidamente a Raphael tratando de analizarlo— La única reacción que he visto de ti, hoy, fue cuando mencione al amigo Sammy.

—Su nombre es Simon—soltó irritado Raphael.

Por el rostro del Gran Brujo de Brooklyn pasaron un millón de ideas una vez que hubo procesado la actitud de Raphael.

— ¡Vaya, vaya! ¿Que tenemos aquí?— Magnus esbozo una sonrisa digna del Gato Cheshire —Raphael Santiago está interesado en el vampiro novato.

El rostro de Raphael era un poema, y eso fue todo lo que necesito Magnus para confirmar sus sospechas.

— Ne-ce-si-to saber sobre eso ¡Es escándalo más grande del submundo! Esto requiere medidas drásticas. ¡Esta noche dormirás conmigo!

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Apenas el sol se ocultó Simón se precipitó a la salida del hotel Dumort, necesitaba hablar con Clary. Tenía que contarle la extraña situación con Raphael y pedirle un consejo para poder aclarar su mente.

Aún no lograba conciliar que fue lo que Raphael despertó en él pero estaba seguro de que era problemático. Cuando conoció a Raphael se sintió intimidado por su actitud, era apabullante está en la misma habitación que él. Pero conforme fue pasando el tiempo y la convivencia en el Dumort los enfrentaba constantemente Simon se sintió inexplicablemente atraído al vampiro. Rápidamente desechó toda idea de su cabeza, era algo imposible, Raphael solo lo veía a él como el molesto nuevo huésped del hotel, apenas y le notaba.