royals

siete

[FLASHBACK]

Ojala pudiera decir que la noche fue perfecta. Pero no lo fue, por lo menos para mí.

Después de baile, con Jamie continuamos conversando, contando cosas de nosotros. Nuestros gustos musicales, la comida que nos gusta, etc. Lo típico que uno dice al momento de conocer a otra persona.

Pero lo malo, es que siempre mentía, y lo tenía que hacer para cubrir tanto como mis espaldas como las de ellos.

Por que claro, ¿quién le iba a creer a una chica de dieciocho años que recién a este tiempo, se atrevió a decir que fue secuestrada? Honestamente, creo que ni Stephen Hawking se lo podría creer.

Quiero irme de este lugar… Y lo repetiré hasta el mismísimo día en que lo abandone. No me importaría abandonar a mis amigos… A quién engaño. Obviamente me importaría. Quisiese o no, ellos ya son parte de mi, de mi vida. Cada uno de ellos aportó algo de su personalidad hacia la mía. Ellos más que nadie me ayudaron a crecer. Pero ni siquiera ellos saben mi secreto más oscuro..

Y tampoco podía dejar a Jamie… Lentamente se iba ganando un lugar en mi corazón.

¡Lo cual odiaba más que el odio que tengo hacia Tanya y Alec! No podía dejar que él fuese importante para mi, por que sabiendo como soy, no podré llegar hasta el final de este plan…

Aún no comprendía porqué a ellos le gustaba tanto el poder, la fama, el dinero. Podría decirse que era lo único importante en sus estúpidas vidas…

Debería dejar de maldecir.. ¡Pero no puedo! Es algo inconsciente…

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Han pasado ya tres semanas desde el baile y con la tecnología que hay en estos días en los aparatos electrónicos, no hay día en que no hable con Jamie.

Y él… él me había invitado a una cita.

¡Una cita! Una parte de mi quería ir —ya que nunca he estado en una cita, menos tener un novio— y la otra no —seguía resignándome a llevar a cabo el plan de ellos—. El rubio me había dado la oportunidad de responderle al día siguiente, ya que él “sabia como era mis padres”. Si él realmente supiera como son mis padres… de seguro no estaría invitándome a  una fiesta…

Y claro, como la suerte nunca está de mi lado, Tanya revisó mi celular por “accidente” —ellos nunca hacen algo por “accidente” — y le contó a Alec y él me ha obligado a ir.

“Tienes que ir con tu mejor rostro, Antoinette” me había dicho.

“¡Te odio!” pensaba con los ojos cerrados, respirando dificultosamente; no por que estuvieran pegándome o algo por el estilo. Estaba aguantando las ganas de dejar una marca de puño en sus rostros.

Y como la “buena niña” que soy, acepté en ir.

Las caritas felices que había puesto de respuesta me rompieron el corazón.

No debo de ser la única persona que odie que la obliguen a hacer algo. Qué estoy diciendo… Obviamente a nadie le gusta.

A veces pienso cosas tan estúpidas…

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10 de diciembre de 2011.

10PM.