Sus labios eran suaves y carnosos, justo como me gustan.
Jungkook me contó que era bailarín, dijo que siempre le veía entrando en el mismo estudio al que él acudía. Y Jin me contó el detalle más importante, movía sus caderas como una maldita zorra.
Eso era detalle suficiente para saber que coge bien.
Nos separamos por falta de aire, le miraba directamente a los ojos; petados en lujuria y excitación. Me tomó de la mano, caminando rápidamente a la salida.
Sacó sus llaves, quitándole el seguro a un lujoso Mercedes-Benz color plata. Abrió la puerta del copiloto dándome paso, cerrando la puerta tras él. Subió apurado, prendió de una maldita vez el auto, acelerando lo más que pudiera hasta llegar a su apartamento.
Al llegar, le miré, me miró, nos miramos(?)