Hogwarts ✴ One Shots ✴

✴ IV. Remus Lupin

A pesar de que hace unos días las vacaciones habían empezado me levanté a las nueve de la mañana en punto, después de cepillar mi cabello y lavarme la cara baje las escaleras para ayudar a mi mamá a limpiar la casa y hacer la comida, mi mamá bajo unos minutos después mientras yo lavaba los trastes.

-Buenos días -Se acercó y depósito un beso en mi frente- Iré a comprar algunas cosas, no tardo ¿quiéres algo? -Dijo mientras tomaba su bolsa y empezaba a salir de la cocina-

-No gracias, ve con cuidado -Dije antes de que dejará la casa-

Estaba por terminar de lavar los trastes cuando a través de la ventana vi la figura de de un hombre cayendo al suelo justo donde empezaba el bosque, a una 10 metros de la casa. Observe unos segundos atenta, desde donde estaba apenas y podía observar bien lo que pasaba, así que enseguida me dirigí a la puerta, dude mucho en salir pero terminé haciéndolo.

-¿Hola? ¿Esta bien? -Pregunte rápido con una voz apenas audible y nerviosa-

El hombre giró su rostro, en realidad parecía muy joven, como de mi edad, su expresión expresaba mucho dolor y estaba llena de rasguños y sangre, llevaba una especie de túnica con la que intentaba cubrirse, al parecer debajo de la túnica no tenía ninguna prenda porque el pecho tambien estaba lleno de heridas. Lo observé durante unos segundos y después regresé a la casa, no tarde en salir con una cobija y ponérsela encima mientras lo ayudaba a levantarse. Mi mamá no tardaría en llegar así que lo lleve al cobertizo que estaba a lado de la casa, en el se encontraban herramientas y un viejo sofá.

-Iré por el botiquín, no te muevas -Dije después de ayudarlo a acostarse en el sofá-

Durante unos largos minutos estuve curando sus heridas. Él hizo gestos de dolor pero se mantuvo en silencio.

-Iré por algo de ropa, no tardo -Solté en cuanto termine-

Me apure a tomar una camisa y un pantalón de mi papá, aunque estaba segura de que le iba a quedar algo grande iban a servir por el momento.

-Bien -Dije mientras ponía la ropa en el banco en el que estaba sentada hace unos minutos- ¿Cuál es tu nombre? -Él me observó durante unos segundos-

-Remus -Soltó sin dejar de mirarme-

-Bien, Remus -Lo miré unos segundos pero terminé asintiendo, la verdad es que nunca había escuchado ese nombre- ¿Quién te hizo eso? -Él negó levemente y después de unos segundos volví a hablar, claramente no iba a contestar mi pregunta- Te traeré algo de comida, aún queda de ayer, creo -Él me cortó enseguida-

-No, no es necesario, gracias por ayudarme pero me tengo que ir -Dijo levantándose y yo enseguida me acerqué para detenerlo y hacer que se volviera a acostar-

-No, de ninguna manera, estas muy mal

-No creo que a tus papás o con quién sea que vives le haga gracia que este aquí -Soltó enseguida-

-Mis papás casi nunca vienen aquí, te irás hasta que estés mejor -Dije como si fuera la última palabra- Te traeré algo de chocolate caliente aunque sea -Él sonrió y yo me dispuse a salir-

Después de servir dos tazas de chocolate caliente la puerta principal se abrió y segundos después la cabellera negra de mi mamá apareció en la cocina dejando bolsas con comida en la mesa.

-Te calente algo de chocolate -Señale una de las tazas enfrente de mi-

-Gracias -Dijo tomando un sorbo de la taza- Iré a dejar las cosas, no tardo en bajar

-Iré a tomar una ducha, en cuanto acabe bajaré a ayudarte -Le dije antes de que saliera de la cocina, en cuanto desapareció llene otra taza de chocolate caliente y me fui directo al cobertizo-