4.2 Remus Lupin

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Un día antes de que acabarán las vacaciones salí de bañarme y en la ventana estaba la misma lechuza que le trajo una carta a Remus cuando estaba en el cobertizo; tenía un paquete atado en la pata y me miraba fijamente. Dudosa me acerqué a ella y después de unos segundos de observarla decidí desatar el paquete como Remus lo había hecho con su carta, después de que desate el paquete la lechuza se fue y yo me dispuse a abrir el paquete: dentro había una bufanda con rayas rojas y amarillas, la miré y después la olí, obviamente es de Remus, porque huele a él y quien más podría enviarme un regalo con una lechuza de mensajera. Después de cambiarme y cepillarme el cabello me puse la bufanda, estaba fresco y en realidad no hacía frío, pero quise usarla.
Cuando camine hacia la puerta se oyó un crac detrás de mí y cuando me giré estaba Remus a lado de la ventana, realmente me asuste y él no paraba de reír.

-¡¿Se pueden aparecer?! -Pregunté histérica mientras me acercaba a él, él dejó de reír y me respondió-

-Después de los 17 años se practica y se presenta un exámen -Me dijo en voz baja- Lamento haberte asustado -Se disculpo con una sonrisa burlona- Y que bueno que te gustó la bufanda -La señaló y me sonrío-

-Oh si, gracias, es muy linda -Le agradecí algo sonrojada y nerviosa-

-Si, pensé en darte algo como agradecimiento por lo de hace unas semanas -Yo asentí y le sonreí- En Hogwarts, el colegio al que voy, hay cuatro casas, Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw, en el primer año se te asigna a una y yo estoy en Gryffindor, esos son los colores de la casa -Miro la bufanda y luego me sonrío-

-Gracias Remus -Le sonreí- Quiero que me platiques más sobre tu colegio, pero tengo que bajar a la cocina, iré por chocolate y le diré a mi mamá que tengo que preparar mis cosas para mañana -Me apure a decir y él asintió divertido-

-Me encanta el chocolate -Me sonrió-

-No me tardaré, sientate -Le dije con una sonrisa antes de salir por la puerta de mi habitación-

•••

Remus siguió viniendo casi todos los días después de que yo llegaba del colegio. Hablamos durante horas y a pesar de que yo me la pasaba preguntándole un millón de cosas él también hacia lo mismo conmigo, siempre estaba atento cuando yo le platicaba sobre cómo me iba a en el colegio y cosas de mi infancia. Era difícil no contarle a nadie sobre él, prácticamente era como si no existiera, pero cada día sólo bastaba con subir a mi habitación y estar con él para que ese día se considerará bueno.

-Entonces ¿simplemente atraviesas entre el andén 9 y 10? -Él asintió- ¿no chocas con la pared? -Él soltó una risa y negó- Ojalá pudiera acompañarte -Solté con una sonrisa melancólica-

Hoy era el último día que vería a Remus, al menos hasta las vacaciones de Navidad, mañana regresará a su colegio y no sé qué haré sin él, estoy acostumbrada a estar hablando siempre con él y ahora pasaría más de tres meses sin verlo. Llevábamos un largo rato sentados en el piso y recargados en la cama, hablando sobre su colegio, aunque también le estuve mostrando un álbum de fotos mías porque estuvo insistiendo mucho.

-Y a mi me gustaría que me acompañarás pero se supone que tú no deberías de saber nada de lo que te he contando -Yo asentí enseguida y me quedé mirándolo- Te enviaré cartas ¿si? Te enviaré cartas todos los días y le diré a mi lechuza que no se vaya sin una carta tuya

-Y yo te responderé todas las cartas -Le sonreí- También envíame fotos, necesito ver con mis propios ojos como se mueven

-También te enviaré fotos y dulces, muchos dulces -Me sonrió divertido-

-Apuesto a que muchas chicas están ansiosas por verte -Dije acariciando su mano inconscientemente, él soltó una carcajada y tomó mi mano-

-No le gusto a las chicas, mi cara esta llena de cicatrices y parezco muy tétrico -Mi miró atento-

-Que tontas, tus cicatrices son muy sexys -Él volvió a reír- Es enserio Remus, eres muy apuesto y también muy inteligente -Lo miré fijamente, no sabía cómo podía decirle esas cosas si yo soy la persona más tímida del mundo-

-Tú eres la bonita e inteligente -Me miró muy atento y yo sentí mis mejillas rojas, nos estuvimos mirando por unos segundos, luego sonrió y volvió a hablar- ¿Me regalas esta foto? -Señalo una foto del álbum que estaba sobre mis piernas-

-¿Por qué escoges las peor? -Le dije burlona, en la foto tenía unos 12 años y estaba cruzada de brazos y con cara de que estaba muy molesta-

-Me gusta -Yo rodé los ojos y le entregué la foto- Hasta molesta te ves bien -Señaló la foto y yo le golpeé el brazo, él río y yo ne dispuse a volverle a pegar pero me tomó de las manos y me detuvo- Ves, molesta te ves bien -Dijo burlón y yo intenté safarme-

-Me voy a molestar de verdad si no me sueltas -Le dije seria y él me miró divertido-

-¿Te vas a molestar sólo porque no te suelto? -Me pregunto burlón-

-No, me voy a molestar porque yo me voy a quedar aquí y no te voy a ver -Dije aún más seria y él me soltó y me miró fijamente-

-Yo también te voy a extrañar, no me agrada la idea de irme y ya no verte -Dijo del mismo modo que yo, serio y mirándome fijamente-

Yo me levanté y guarde los álbumes en lo alto del ropero y lo hice lento intencionalmente para no tener que responderle. Remus me gusta mucho y yo no soy lo suficientemente buena para él, soy normal y a donde va hay cientos de chicas lindas y extraordinarias.

-Natalia -Yo me giré para verlo, se había levantado y estaba caminando hacia mi- Te traje esto -Sacó un libro de su saco y me lo dio- Lo use en mis primeros años en el colegio y pensé que te iba a gustar -Me miró atento-

-Gracias Remus -Le sonreí y me senté en mi cama y él no tardó en sentarse a mi lado- No puedo creer que exista todo esto -Dije mientras hojeaba el libro, en el había muchas especies de animales, animales increíbles y que nunca me hubiera imaginado-

-Ya me tengo que ir -Dijo después de unos minutos, yo lo miré triste y él tomó mi mano y la acarició- Lamentaría si me voy y no hago esto -Susurro sin mirarme, lo dijo más para si mismo-

-¿Haces qué? -Pregunté en voz baja sin dejar de mirarlo-

Él se giró al instante, se acercó lentamente a mí y entonces me beso. Estaba muy sorprendida pero no tarde en poner mis brazos alrededor de su cuello y responder al beso. Lamente mucho cuando se separó de mi, el beso fue cálido y parecio durar muy poco para mi.

-Te quiero -Me dijo aún cerca de mi, sonriendo-

Como de costumbre, con todo lo que tiene que ver con él, no podía creerlo.

-Yo también te quiero -Dije antes de volver a acercarme a él y besarlo de nuevo-

Después de unos minutos él se despidió y desapareció de mi habitación y en cuanto se fue ya ansiaba volver a verlo.

Hogwarts ✴ One Shots ✴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora