Tarde interesante

78 4 1
                                    

Narra Rubius

La fiesta estaba ya acabandoce cuando regrese a mi casa, más contento que nunca, había tenido una hermosa noche joder, mi sonrisa estuvo todo el tiempo presente y aún seguía en mi rostro.

Abrí la puerta de mi casa, y con el mínimo de ruido posible entro cuando alguien enciende la luz de la lámpara haciendo que saltase del susto, era mi madre sentada en el sillón, esperándome furiosa.

-Mamá...¿qu-qué haces levantada? -pregunté nervioso.

Ella lanza un periódico a la mesilla mostrando la foto de Mangel y yo el día de las carreras, la misma que esta pegada en el techo de mi habitación, con información agregada bajo esta, imaginandome que eso le enfadaria aún más, pues ya sabréis que esas carreras son ilegales en cualquier sector.

-¿Puedo saber que esta pasando en la vida de mi hijo para que se comporte de esa manera?-

Suspire y hablé.

-Se me hizo tarde -dije de forma rápida para abandonar la sala.

-¡Rubén! -exclama parandoce de golpe del sillón, a lo que regreso -¿Haz bebido? -me huele.

-No mamá sabes que no tomo-

-Que te está haciendo ese chico de la moto -me toma fuerte de la barbilla -¡¿Te está obligando a cosas que no quieres?!-

-¡Joder que no me está obligando a nada que yo no quiera!-

Lo único que consigo de su parte es una fuerte cachetada, a lo que mi padre aparece detrás de nosotros exhausto.

-¿Qué esta pasando? -pregunta.

-Nada papá, tengo que irme-

Con mis ojos llorosos corro hacia mi habitación para tumbarme en la cama, escuchando a mis padres discutir, oía quejas y reclamos de mi madre.

-¡¡Dile a ese chico que si no deja a mi hijo en paz va a tener problemas!!-

Fue lo que escuchaba de las palabras de ella, lo que buscaba era alejarme de Mangel, y todo porque pensaba que era una mala influencia para mí, pero estaba muy equivocada. Me sentía fatal, es increíble como en una noche tus emociones cambian de un momento a otro, y de una manera tan injusta.

Cerré la puerta con llave y me siento en mi cama cuando de repente mi móvil comienza a vibrar en la mesa con el espejo que estaba al frente, sin ánimos lo cogí pensando que era Willy preguntando como llegue, pero no era él, sino un número desconocido, trague saliva y contesté.

-¿Diga?-

-Ya quiero verte-

Era el chico que tanto me hacía el corazón latir, llamandome de un teléfono público que de seguro era el que se encontraba al frente de mi casa. De inmediato voy hacia la ventana grande, bueno, la única que había, y acomodo mi cuerpo en ella.

-Estoy castigado, ya supieron que llegue tarde a casa-

-Así que eres una leyenda urbana, todavía se castigan a los chicos buenos que se portan mal ¿no?-

Yo reí ante su comentario y luego bufe burlón.

-Que quieres que hagamos mañana-

-Escaparnos. Recogeme a la entrada del colegio y llevame lejos-

Logré escuchar una pequeña risilla al otro lado de la línea, sonreí.

-Oh pues...que hace más de un año que no me levanto a esas horas, igual me quedo dormido ¿eh?-

TRES METROS SOBRE UST (❤Rubelangel❤)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora