Chapter 5 : Latidos

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Mis piernas se movían sin cesar, una tras otra sin cansarse. Mire hacia atrás, no había nada, solo un destello de luz roja. Tranquilizado, me dí la vuelta pero detrás de mí una criatura aquerosa se alzaba con la boca muy abierta.
¡Aaaah!
Me desperté en una cama muy incómoda. Alrededor mía había una habitacion de color negro y azul con armarios muy antiguos.
De la puerta entró un hombre bastante ancho con pelo rizado y pelirrojo.
-Veo que te has despertado-.
No sabía quién era, pero me sonaba familiar.
Tenía unas pecas muy marcadas y los ojos azules.
Pero no conseguía reconocerlo. Vestia unas gafas negras y una bata blanca.
-Nos volvemos a ver...-dijo.
Esa voz...Nunca pensé que volvería a oírla.
De un salto me puse en pie y lo abracé dándole palmadas en la espalda.
Aunque su voz fuese igual que antes, hablaba con un tono más maduro.
Ya recuperado me presentó su pequeño piso, era antiguo pero desprendía un aura que te atraía.
Pero por alguna razón el baño no me lo enseñó por dentro ya que alguien se encontraba en él.
Thomas me dijo que se iva a por un poco de comida porque tanto Karma, como yo estabamos hambrientos.
Karma...
Seguro que ella estaba en el baño duchandose.
De repente mis mejillas se sonrojaron al pensarlo.
Pero no podía pensar en aquello, ella ya no habla y es imposible saber porqué está así.
Me senté enn el sofá a pensar en todo lo que me había pasado...
Karma...
Thomas...
El m-minstruo..
No sabía si todo aquello era real o tan solo una pesadilla...aunque, por el lado bueno me había reencontrado con mis antiguos compañeros.
Pero al momento comenzó a sonar una melodía que provenía del baño, pegué la oreja a la puerta del cuarto de baño para poder escucharla más de cerca.
Pero al apoyarme en la puerta, esta se abrió y caí en el suelo del baño.
Miré hacia arriba y estaba Karma tapada con la cortina de la ducha. Estaba sorprendida, pero no sonrojada o avergonzada como yo.
Salí corriendo de la sala y entre en mi habitación para encerrarme en él.
El corazón latía rápidamente sin cesar, respiraba bruscamente ya que me era muy difícil.
La apuerta de mi habitación se abrió de par en par y entro Karma tapada con una toalla.
Empezó a balbucear y finalmente dijo.
-Leonidas...T-t-tenemos que hablar-.

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