Chapter 7 : The White Hand

12 2 3
                                    

Me desperté abrazado con Karma, nuestros cuerpos estaban pegados.
Me intenté separarme de ella con sigilo pero no pude y se despertó dandome los buenos días.
-Buenos días-Le contesté.
Ella se estiró y se agarró de mi cuello para besarme.
¡TOC,TOC,TOC!
Karma se tapó con la sábana y yo me puse unos calzoncillos que habían tirados en el suelo.
-¿Se puede?
Miré a Karma con una cara de duda.
Ella asintió con la cabeza.
Abrí y me asomé para ver quién era.
Thomas se encontaba tras la puerta con los ojos vendados.
-¿Ya os habéis vestido?
Se levantó la venda y le cerré la puerta en sus narizes.
-¿Habrá descubierto algo?
-Solo sabe que...bueno...que lo hemos hecho...y ya está.
-Bueno, se nos acabó el chollo ya sabes lo que hay que hacer...
Confirmé con la cabeza.
Debía matar a aquel doctor.
La tarde llegaba a su fin, y la luna llena se alzaba sobre las calles de "Ever Green".
Me levanté de mi silla me puse la capucha de mi sudadera gris y cogí unos guantes blancos.
Cuando Karma y yo hablabamos de esto ante Thomas, ella me llamaba "Whithe Hand", por los guantes.
Aquel día Thomas trabajaba durnte toda la noche así que Karma se quedaba vigilando la casa.

Antes de salir de la puerta besé a Karma desesperadamente y cerré la puerta.
En un abrir y cerrar de ojos una gran tormenta se desató sobre las calles de Londres.
Entré en el edificio rápidamente registré todo el apartamento pero el hombre no estaba en él.
Registré todo excepto una habitación cerrada con llave.
Me dispuse a tirar la puerta abajo y de primera vista no observe nada especial, una cama, una mesilla...
Pero al entrar en la habitación, vi un armario lleno de sangre, en su interior se encontraba aquel científico, pero muerto.
Al mirar hacia atrás dos hombres gigantes me intentaron agarrar, pero con un movimiento veloz conseguí escapar. Salí corriendo
de aquella sala pero en la puerta de salida se encontraba otro igual, no tenía otra opción debua saltar del balcón.
Empecé a correr hacia atrás, pero tropecé con el pié de una silla y por poco me pilla.
Al llegar al balcón mire hacia abajo y...
¡Salté!

White HandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora