//Capitulo 2//

91 16 21
                                    


-Hazles pasar – dijo Naroa alejándose de nuevo.

Bret suspiró e hizo como se le había ordenado. Se dirigió al hall y se colocó frente a los alumnos sin decir nada, si hubiese dicho algo probablemente les habría recomendado que saliesen de allí tan rápido como pudiesen y disfrutasen de su juventud sin preocupaciones, pero naturalmente no lo hizo. Les miró y asintió, otra de las técnicas de Naroa, al parecer la directora creía firmemente que los gestos se entendían mejor que las palabras. Y al parecer así era puesto que poco a poco todos los alumnos fueron entrando al edificio y formaron un corro a su alrededor. Bret intentó no reírse ante lo atípica que era la situación. Aquellos críos se comportaban como animales adiestrados y tan solo llevaban allí unos minutos, en unos días harían el pino ante el menor movimiento, a Naroa le iba a encantar aquello.

-De acuerdo haced una fila. Cuando diga vuestro nombre os acercareis a mi para que os asigne una habitación y un compañero, así como vuestro horario.

La voz de Bret resonó de tal manera que algunos de los alumnos dieron un brinco algo intimidados. LunaMayer intentó contener la risa ante el grito que había dado la chica que estaba a su lado. La situación era cuanto menos surrealista pensó Luna mientras se colocaba junto a la chica del gritito en la cola. La chica del gritito era Sherly Holmes, tan solo tenía 15 años pero desde luego su edad no iba a ser un impedimento.Se giró y miró a Luna con actitud desafiante. A pesar de su edad Sherly era bastante alta por lo que nadie diría que era la persona mas pequeña de allí. No estaba dispuesta a que la tratasen como a una niña pequeña.

-¿Estas segura de esto? - murmuró Alex mientras los alumnos se unían a la fila.

-¿De que? - contestó Skylar aunque sabía perfectamente a que se refería su amiga.

-No te hagas la tonta conmigo, no cuela.

-Por supuesto que no estoy segura, es parte del encanto.

Skylar sonrió y se coloco en la fila como les habían indicado. ¿Que si estaba segura? Estaba de todo menos segura. Pero no iba a dejar que nadie la aplastase.

La fila acabo de formarse y Bret se colocó delante de la primera alumna una chica pelirroja que se miraba los pies claramente nerviosa. Bret comenzó a decir los nombres en voz alta y unos minutos después todos los alumnos estaban asignados, su misión por aquel momento había acabado.

- Ya todos tenéis vuestras llaves y horarios por favor recoged vuestras pertenencias de esa sala de allí– dijo mientras señalaba una pequeña habitación a la izquierda del hall que había pasado totalmente desapercibida hasta aquel momento – La cena se servirá a las nueve, quien no este allí se queda sin comer.

Algunas personas soltaron unas risas probablemente pensando que aquello iba en broma, Bret se alejó pensando en lo perdidos que iban a estar todos con siguiesen con esa actitud, aquello no era algo que tomarse a la ligera.

Alba Hart intentó hacerse paso entre la gente y llegar hasta sus maletas. ¿De verdad la gente tenía que ponerse en todo el medio y no dejarla pasar? Cuando por fin consiguió llegar a donde las pertenencias de todos estaban apiladas descubrió que aquello de encontrar la suya iba a ser misión imposible. Suspiró y se recogió su largo pelo castaño en una coleta preparándose para la difícil tarea.

-Perdón, disculpa, que voy – dijo una voz a su espalda.

Mike Farrow llegó también hasta la pila de maletas y divisó las suyas a la primera. Tiró sin reparo sacando su equipaje e intento salir de allí lo antes posible, solo quería subir a su habitación y no salir de allí en unas cuantas horas, tal vez incluso semanas. Nadie le conocía, si se moría cuanto tiempo tardarían en encontrar su cuerpo, se preguntó mientras subía las escaleras hacia el tercer piso donde indicaba que estaba su cuarto.

Mientras tanto Alba mascullaba entre dientes, malhumorada. Aquel chico tan patoso la había empujado y había descolocado, mas aún, la pila de equipaje. No llevaba allí ni un día y el universo ya estaba desafiándola.

Nix se acercó a Blair con el pulso acelerado y pensando en varias formas en las que poder pintarla.Siempre le pasaba cuando estaba cerca de ella toda la inspiración le venía de pronto y se sentía cegada por la energía que desprendía Blair.

- Pensaba que íbamos a compartir habitación - dijo Nix cuando llegó donde estaba Blair buscando su maleta.

- Son ellos los que eligen - contestó la chica en tono cortante.

No quería reconocerlo pero ella también querría haber compartido habitación con Nix y estaba asustada. No solía expresar las cosas en voz alta pero Nix había sido un gran apoyo para ella y no contaba con estar separadas ni un momento.

Nix miró a Blair, con ella las cosas siempre eran así. Un momento todo era blanco y al siguiente negro,era cuestión de acostumbrarse pero ella no lo había hecho le dolía y le importaba demasiado.

-¿Quien de vosotras es Blair? -preguntó una chica acercándose hasta donde estaban ellas, tenía una cento francés muy marcado.

-Soy yo – contestó esta tras observar a la chica durante unos segundos.

-Soy Marie, creo que vamos a ser compañeras de cuarto.

Blair asintió, la chica parecía maja pero tampoco es que tuviesen que ser mejores amigas ¿no? Miró a Nix de reojo que a su vez la miró a ella.

Marie observó la situación como una espectadora en una gran sala de cine. Se dio la vuelta alejándose de allí y subió hacia la que sería su habitación. Marie llegó a un pasillo completamente desierto, lo cierto es que estaba un poco desorientada y tal vez hubiese pasado por el mismo sitio varias veces. Era un lugar un tanto tenebroso para ser un colegio pensó la chica mientras pasaba una mano por la pared de color grisáceo. A un lado del pasillo unos altos ventanales ocupaban la pared y al otro lado una sucesión de puertas que parecía que no iban a acabar nunca. De pronto Marie oyó un ruido a su espalda pero al girarse novio nada. Dio un paso y el ruido se repitió. Era un golpe seco como algo que se cae al suelo y no llega a romperse. La chica se quedó quieta y se volvió a oir, una vez, dos veces. Marie giró sobre si misma y recorrió el pasillo en dirección al ruido. Total, no encontraba su habitación y no tenía nada mejor que hacer. Llegó a unas grandes puertas de madera oscura, el ruido se oía mas fuerte allí, como si proviniese de dentro de la sala. Se acercó y puso la mano sobre el pomo. Tal vez no debería estar haciendo eso, aquel pensamiento cruzo su mente durante dos segundos, pero ya era tarde,estaba abriendo la puerta.

-¿Que haces aquí?- preguntó Naroa acercándose a la chica.

Marie soltó el pomo y se giró sobresaltada y descubrió a la directora a menos de un metro suya mirándola con los ojos entrecerrados y una expresión indescifrable. Naroa a su vez observó a la chiquilla que la miraba asustada como una niña de cinco años, no esperaba que ningún alumno estuviese en ese momento en aquella parte del colegio, es más, ningún alumno debía estar por allí.

-Buscaba mi habitación.

-Pues claramente no la has encontrado.

Marie abrió la boca sorprendida, no esperaba esa respuesta de alguien tan respetable. Naroa pasó a su lado como si Marie no estuviese allí y entró en la sala cerrando la puerta con llave tras de si.

Por fin Marie encontró su habitación en aquel laberinto de personas, de emociones y pasillos, había demasiados alumnos, ¿y si no hacia amigos? ¿Y si no lograba hablar con nadie? El cuarto era pequeño con las paredes azules y todo el mobiliario del mismo color, perfectamente conjuntado y de hacia un siglo por lo menos. Se tumbó en la cama y miro al techo pensando que iba a pasar en aquel colegio cada hora, cada segundo de los próximos meses de su vida,aquello la aterraba de tal forma que veía el mundo como si estuviese en la cima de la montaña mas grande del mundo.

Y es que así se sentían los alumnos de la Escuela Da Vinci, en la cima del mundo. Pero estar en la cima siempre tiene como consecuencia una mayor caída, y la mayoría delas veces dolorosa.

N/A: ¡Hola a todes!

Siento no haber subido capitulo la semana pasada pero he empezado las clases y estoy con exámenes ya (a ver si me muero) PERO BUENO EL CAPITULO DOS YA ESTA AQUÍ Y ESPERO QUE OS GUSTE. 

Ily, Lia.

DisappearanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora