Capítulo 5: Forever.

117 10 2
                                    


El parque no está del todo vacío, se ve una que otra pareja demostrándose amor, una señora con una bebé, la cual no creería que sea su hija, está muy joven para ser madre... pero, ¿Cuántas adolescentes no están ya embarazadas?, producto de violaciones o descuidos.

VIOLACION.

Teniendo una mejor versión de la noche, en el parque, siento como la fría brisa golpea levemente mi rostro, llevándose así cada problema... El pasto es realmente cómodo, y se siente bien, pero no me siento a gusto con él.

-¿Por qué no sabía antes de ti?-Su tono de voz es dulce, calmado, con ternura, como si con el hecho de hablarme rudo pudiera romperme y llevarme junto con el viento.

Cosa que disfrutaría al máximo.

-Quizá no estamos destinados a ser.-Mis palabras cayeron sobre él como balde de agua fría.

-Pero estamos aquí, y juro que me apetece quedarme para siempre.

-Pues quédate solo, yo no estaré, este desastre no te hundirá.

-¿A qué te refieres?-Pregunta levantándose para poder verme.

Notó mi lágrima, pero, no la atrapó.

Una vez más, nadie estuvo ahí para atraparlas.

Mis frívolas respuestas provocaron la gran agitación de mi pecho, no estaba bien ahí y creo que no estaría bien en ningún otro lugar.

Me aíslo.

Me pierdo.



Veo el Audi de mamá, pero no viene ella si no mi padre. Por lo que veo anda buscándome sin parar.

Está bastante lejos, pero eso no me impide notar que lleva su ceño fruncido, su mirada en llamas y su boca, su asquerosa boca, con una mueca bastante desagradable.

Donde él hubiese sido otra persona, definitivamente le presentaría a Konnor, y de pasó, preguntaría que hacían ellos dos en el instituto.

Mi padre me atrapa con sus grises ojos y es en donde decido volarme de ese lugar.

-Creo que... Debería irme ya.-Me despido dejándolo atónito con tal reacción tan repentina.

-¿Qué? No te vayas... ¡Emily!...

Escucho mi nombre a lo lejos, pero ya no me importa nada.

Sabía que no iría a detenerme.

No iría a casa, por lo menos no esa noche, pero todo queda realmente lejos, no tenía nada de dinero encima y estaba agotada, mis piernas flaqueaban y mis párpados amenazaban con cerrarse durante unas cuantas horas.


Mi teléfono marcaba las once con tres, y pronto él también moriría, carga baja.

La opaca pantalla iluminaba mi feliz niñez, Bepci lucía su demacrado rostro, pero lo adornaba bien con su amplia sonrisa y sus enormes gafas redondas.


Cuando creí estar lo suficientemente lejos de papá, decidí descansar.

Que terrible decisión.

-¿Qué estaban haciendo escuincla?-Siento su ronca voz sobre mi cuello,- No tienes que andar con Konnor, NUN.CA EN LA VI.DA, ¿entendiste? Es un mal muchacho -¿Qué había acabado de decir?...-Maldita arrastrada, siempre haces las cosas mal, vámonos.

Osea que si lo conocía, y al parecer muy bien.

La ira se estaba apoderando de mí, y logré estallar.

-¡Suéltame!-Mi grito fue ensordecedor, y el intento por safarme no fue en vano, con mis uñas arañé la piel de su brazo, provocando así un gruñido de su parte, el acto fue tan brusco que logró captar la atención de un guardia de edificio; que aún así que quedo en su lugar.

Mi grito no solo lo aterro a él, si no a mi también, ¡estoy realmente loca! ¿cómo fui a gritarle así? perderé los ojos, este hombre me los sacará con un destapa corchos.

En su mirada se notaba las insaciables ganas de matarme, sólo un milagro podría salvarme, y ese milagro llegó.

Pipe, mi hermoso milagro.

Llegó justo a tiempo, en su moto negra.

-¿Qué está pasando aquí?, ¿Emily, estás bien?-Empieza a revisar mi rostro y cuello, viendo los moretones que traía como hermosa decoración.-¿Que es lo que está pasando Saúl?-En su voz se percibía cierto afán.

No pasa nada Felipe, por favor no lo provoques.-Mi débil voz demostraba a flor de piel el miedo que se hallaba dentro de mí, miedo a ese hombre que todo la vida me a maltratado.

-Ella vendrá conmigo a casa, es su cumpleaños, debe pasarlo en familia, no con un cualquiera aparecido de buena familia.-Papá era muy autoritario.

-No, vendrá conmigo.-Su mandíbula estaba tensa y con una seria mirada.-Ella estará bien, después la llevaré a casa.

Veo como papá sube al Audi y se aleja sin más, dejándome desconcertada. ¿No se opuso?

Mis lágrimas se desbordan y caen como cascada por mis mejillas, cada vez con más intensidad y dolor.


Quedamos unos segundos en silencio.


Como es posible que siempre, SIEMPRE, tenga que estar mal por culpa de mis padres, sólo ellos lograrán romperme con su inconfundible mirada de asco hacia mí, ¿para qué nací?

-Eso pareció de película, llegaste a la hora correcta.-Sus ojos me atrapan y me dan tranquilidad.

Me regala una sonrisa triste, mirándome con lástima.

-Oye tonta, debemos irnos ya...-Me fundí en sus brazos olvidándome del frío que hacía en esa oscura noche.-Anda cariño, todo está bien, ¿bueno?

-Gracias por... Llegar.-El llanto me avisó que no hablaría más por un rato.

-Estaré aquí siempre, aunque no me desees cerca.


Muchos siempre por hoy.

Al final no queda nada, sé que se irán.

I know that you go.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora