Y Wattpad... ¿Qué es?

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—Auch— se quejó Thalia mientras trataba de controlar el dolor en su sien. Intentó pararse de la cama para ir por una pasilla. De preferencia Advil.

Un brazo pálido y un poco musculoso le impedía salir de su "jaula". Thalia al voltear se preocupó al ver su estado. Enseguida aventó su brazo a un costado suyo, busco en sus cajones por algo de ambrosía para su novio. Tomo un pequeño pedacito e lo introdujo en su boca.

Poco a poco las heridas comenzaron a cicatrizar. Y poco a poco comenzó a abrir sus ojos. —Hola— le respondió serio. Ella le sonrió tímidamente.

Fue hacia el baño y buscó su botiquín, ella sabía que él la observaba enojado. Mientras ella se tomaba la pastilla en seco, inclino un poco su cabeza para verlo mejor en el espejo del baño.

Se había quitado la camisa, sin zapatos o calcetines. Solo sus pantalones negros solamente sostenidos por sus caderas. Recargado en marco de la puerta hablo.

—¿Cuántas veces te eh dicho que no tomes de más?— dijo mientras su rostro se volvía más serio. Ella sonrió. Sabía que un beso y todo se arreglaría, él no era de esos chicos que se quedaban enojados y resentidos por semanas.

Ella volteo, sin no más dolor de cabeza, con sus brazos rodeó su cuello mientras él parecía inmóvil, pero su respiración decía lo contrario al acelerarse.

Se paro de puntas y le dio un casto beso en los labios. Dirigiéndose a la recámara tomó su chaqueta preparándose para "irse".

Contó hasta 3...2...1...

Sintió un par de brazos rodearla por de atrás en su cintura. Besos delicados en su cuello. Ella sonrió maliciosamente. Ya estaba perdonada.

—Pero no lo vuelves a hacer— dijo mientras seguía besando su cuello. —Al menos que yo esté ahí—.

Thalia giró sobre sus talones y en un momento inesperado y desesperado se besaron.

Tanta era la concentración en alquiler beso que no escucharon los truenos a lo lejano...

Gina Triste Confusa Vainilla