Una vez que se fue me quede sentado en el primer escalón de las escaleras, inmerso en un montón de preguntas, sumergido en todo lo que había llorado la noche anterior. Permanecí en el mismo lugar quizá alrededor de un par de horas, luego me levanté y sin más comencé a escribir una carta para mis padres.
Mamá, papá, Natsu
Sé que he estado lejos por mucho tiempo, a dudas penas me he pasado por la casa solo para saludar, seguro piensan que estoy muy ocupado en el hospital y cuidando de la relación que tengo con mi novia porque yo se los he dicho, por eso no me han reclamado, pero no puedo seguir más con esto, y de la misma forma no tengo el valor para verlos a la cara y decir "Soy gay, estoy saliendo con Kageyama desde hace doce años y nos queremos casar". Perdónenme por no poder ser el hijo y hombre que ustedes esperaban que fuera y creían que era, se me cae la cara de vergüenza, pero no por ser gay sino por no haberles dicho todo esto durante doce años, mentirles a ustedes y a Tobio, no fue ni tantito de las mejores ideas que haya tenido. Perdón por no haber sido sincero con todos ustedes.
Sé que pueden odiarme, en especial mi padre, pero me haría muy feliz que aunque no les guste la idea de al menos lo acepten, y no a mi sino a Kageyama.
Los amo.
Atte. Hinata
Abrace la carta luego de meterla al sobre, no estaba seguro de mandarla, de decir todo, no estaba seguro de nada – ¿Valdrá la pena hacer todo esto por Kageyama? -. Me tape la boca dejando caer el sobre al suelo, estaba asombrado de lo que había dicho segundos atrás pero me quedé pensando en la respuesta a esa interrogante.
En la tarde de ese mismo día mande la carta junto a un pequeño paquete que había comprado para Natsu el día que fui a comprar ropa con Yachi, eran vestidos de diferentes estilos que mi amiga me ayudó a escoger así que era seguro que le gustarían, o eso esperaba, había estado tanto tiempo lejos de casa que no sabía que le gustaba vestir a mi hermana. El buzón más cercano a mi casa estaba a quince minutos caminando, así que el regreso fue interesante, sobretodo porque me encontré con Oikawa Tooru cuando salía de comprar un bollo de carne. - ¡Chibi-chan! – Me grito mientras agitaba su mano alegremente y se acercaba a mí, hice un gesto de espanto y casi corro para no tener que verle la cara, pero fue más mi curiosidad de saber que había pasado en esos años con el "Gran Rey" que mis ganas de encerrarme en casa.
- ¿Qué ha sido de tu vida, chibi-chan?
- Nada muy importante, deje de jugar voleibol
- Vaya... es una pena, tenías mucho potencial – Sonrío para mí y por un instante lo vi amable y maduro, como nunca lo había visto en la preparatoria. Entonces vino a mí el hecho de que él estaba en el equipo nacional.
- ¡¿No deberías estar con Kageyama en Tokio, Gran Rey?! Eh... Oikawa-san – Mi cara se puso roja al escuchar su risa debida a mi forma de llamarle.
- Aún eres un niño ¿No Shoyo? – Paso su mano por mi cabeza para revolver mi cabello y volvió a sonreír – Me tome unas vacaciones, tengo otras cosas que hacer como estar con mi mamá y ver a mis amigos de la preparatoria.
- ¿Ver a Iwaizumi-san? – Cuando dije eso puso una cara rara, como de tristeza o enojo, quizá los dos.
- Digamos que alguien "no quiso ser un obstáculo para mi carrera" y dejo de contactarme desde que entre al equipo nacional – Hizo comillas aéreas con los dedos remarcando esa frase, para terminar solo me volteo a ver y por tercera vez en la plática me regalo una sonrisa, solo que esta vez era menos plena.
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Hallelujah
Fanfic¿Me creeras cuándo te diga que fue lo mejor para los dos? ¿Aunque duela?