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Capítulo 1: Encuentros - Choques de la vida Parte 1

–¡Vamos a llegar tarde, si no se apuran! –  expreso Heechul, al ver la hora, mientras se apresuraba a levantar a sus hermanos.

Durante varios años, la rutina era similar, cada día, a las 6 de la mañana, 7 chicos, eran levantados por unos de ellos y realizaban tareas domésticas, en favor al orfanato donde vivían, para ellos se presentaba como algo automático realizar todos los labores, habían vivido ahí por años.

Cada mañana Ryeowook, Sungmin y Donghae, comenzaban en la cocina, preparaban el desayuno, lavaban los plato y arreglaban el comedor, para que todos los niños puedan servirse un delicioso desayuno y así irse a la escuela o institución a la que asistían dependiendo de si lo hacían o no.

En cambio Leeteuk y Taemin, procuraban que los dormitorios quedaran limpios, pasaban sus primeras horas, tendiendo camas y barriendo pisos, con la ayuda de algunos niños, ya que la casa era extensa y se demorarían mucho solo ellos dos.

Key y Heechul se dedicaban a arreglar a los niños y así mismos, para asistir a la preparatoria, los mandaban a bañar, mientras arreglaban los distintos uniformes, los peinaban si eran niñas y consentían si eran bebes. Todo parecía normal y rutinario, si no recordaran que hoy es su último día en aquel orfanato en el que crecieron desde que los padres de cada uno murieran de distintas formas.

Mañana, Taemin cumpliría 20 años, y en ese momento será considerado como un adulto, tendrían que abandonar el orfanato, por órdenes generales del mismo lugar.

Leeteuk, Heechul, Sungmin, Key, Donghae, Ryeowook y Taemin, desde que se conocieron han estado juntos, llegando hasta el punto de considerarse una familia, ya que cada uno se consideraba hermano del otro, y se defendían y protegían como lo habían jurado hace ya varios años atrás. Dejando de lado todos los problemas que tenían, hoy era un buen día, ya que Leeteuk y Heechul, se graduarían de la academia a la que pertenecían, y donde tanto les había costado entrar, ya que aquella institución era específicamente para hijos de familias ricas, con grandes y exitosas empresas. Jóvenes de buenas familias y reputación respetable, pero ellos era una excepción de esa prestigiosa academia, eran becados, compartiendo los mejores lugares académicos de la institución.

Leeteuk y Heechul, se encontraban en el primer lugar de los mejores alumnos de tercer año. Sungmin y Key estaban ubicados en la misma posición de sus hermanos pero en la cartelera de los alumnos de segundo año. Por último Donghae, Ryeowook y Taemin eran los mejores de primer año. Prácticamente los siete hermanos eran reconocidos por su inteligencia y rendimiento académico, pero en su totalidad era en algo más en lo que sé fijaban, su belleza, sensualidad, carisma y encanto que emanaba cada uno, aparte de otros esencias características de cada uno.

Las primeras horas habían pasado y Heechul, se encontraba en la puerta del orfanato esperando por sus seis hermanos, que demoraban más que él en prepararse, para la academia.

–¡Dense, prisa, llegaremos tarde!– anuncio con un grito desde la puerta.

–¡Ya vamos!– menciono Sungmin, quien bajaba rápidamente con su uniforme y su maleta, seguido por el resto de sus hermanos.

Leeteuk, bajo al final de todos, más lentamente, ya que sabía que Heechul, era un histérico y que la hora de sus reloj probablemente estaba adelantada para apresurarlos.

–Leeteuk...– escucho su nombre y giro, encontrándose con la dueña de esa voz, la directora del orfanato.

–Muy buenos días, directora Park Mi Sun – Saludo Leeteuk respetuosamente con una de sus sonrisas cotidianas mientras realizaba una reverencia.