Capitulo 1 parte 4/4

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En un trabajo como cualquier otro siempre hay cosas buenas y malas, en este caso Ivanna disfrutaba de su trabajo, era la nueva, cosa que había causado sensación entre quienes frecuentaban dicho lugar, los susodichos la describían como hermosa, inocente, increíblemente sexy, pasional, complaciente... entre otros adjetivos. 

Entre la lista de nuevos admiradores había de todo. 

Robert Montalvo era un cliente frecuente, pero no uno común. Asistía una vez por semana, pedía verse con Ivanna y le pedía a esta que lo atara y amordazara, no había sexo, solo golpes. Ivana disfrutaba de azotarlo y maltratarlo, veía en la cara de ese tipo al desgraciado de su padre, el muy cabron tenía el suficiente dinero como para mantener a su hija el resto de su vida y sin embargo había decidido abandonarla, obligando a Ivanna a vender lo único valioso que tenia: su joven cuerpo. 

Estaba James, su encuentro había sido algo extraño. 

Yo soy Ivanna y estoy aquí para complacer- dijo sensualmente Ivanna mientras caminaba hacia el poniendo un pie delante del otro y moviendo ligeramente las caderas-¿Qué te gustaría hacerme?-le susurro en el oído  

Mmmm, no se-dijo nerviosamente- ¿Qué te hacen los demás? 

-No pienses en los demás... solo disfrútame- dijo Ivanna seductoramente mientras tomaba sus manos y las ponía sobre sus pechos, el las quito rápidamente-¿Que pasa cariño?-pregunto con sorpresa Ivanna. 

-Hablemos un poco antes-se alejo de Ivanna. 

Aquel hombre había resultado aburrido para Ivanna, simplemente hablo por largo rato sobre su esposa, sobre cómo esta le había engañado y el quería venganza pero sus múltiples remordimientos no se lo permitieron. 

También había aquellos un poco extraños como Federico, siempre la llamaba Silvana, le pedía que le diera un trato de esposos, esta obedecía y comenzaba a recordarle a su "esposo" que había que pagar las cuentas, que los niños cada día eran más mal educados, le reprochaba que trabajaba mucho y por ultimo le decía "ya no me quieres" este harto de escuchar los quejidos de la mujer, sin previo aviso la desnudaba y la llevaba a la cama permitiéndole a su "esposa" solo abrir la boca para gemir.  

Pero de todos, el cliente preferido de Ivanna era sin duda Kevin, era apuesto, joven, inteligente y además de todo muy bueno en la cama. El sin duda era el tipo de hombre que podría hacer alucinar a cualquier mujer (incluso a Melanie e Ivanna juntas)  

-Hola cariño-le dijo a Ivanna apenas esta apareció en la habitación. 

-Hola lindo-respondió Ivanna mientras se sentaba en sus piernas y le daba un breve beso en los labios. 

-¿Qué tal va todo nena?-le acario el muslo. 

Sus encuentros estaban llenos de pasión y lujuria, el hombre sabia como tratarla, ella podía ver en los ojos de Kevin la esperanza de que no todo estaba perdido, al estar con el eran cuando podía relajarse un poco y podía dejarse de juegos de personalidad y ser tal como era (Si en momentos actuaba como Melanie con el) 

Hablaban del clima, de música, compartían anécdotas, el tiempo pasaba volando cuando le tenía cerca. Pero esto se podía volver peligroso para ella, si bien se sentía entusiasmada cuando sabia que el la buscaba, también tenía muy en claro que debía cuidar sus intenciones, puesto que si le llegaba a gustar más de lo debido sufriría bastante. 

Martin Romley, otro cliente frecuente, era el típico hombre casado e insatisfecho que se gastaba el dinero en prostitutas y regalos costosos. 

-Ivanna mi amor eres tan bella- dijo mientras se echaba sobre la cama, agotado y sudoroso, Ivana se recostó sobre su pecho y le beso- te he traído un regalo-recogió sus pantalones del piso y saco algo del bolsillo-toma princesa-le extendió un sobre, ivanna lo abrió y dentro había una pequeña bolsita de plástico con un polvo blanco. 

-Gracias corazón, pero yo... no uso este tipo de cosas-menciono Ivanna  

-Anda mi vida solo prueba-insistió el. 

-Pero yo no se...-Ella lo pensó por un momento... jamás espero verse en una situación como tal, pero a fin de cuentas no era ella, era Ivanna ¡que sencillo le resultaba culpar a otra de sus errores!

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Una chica, dos personalidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora